29.12.06

Atilio Jorge Castelpoggi

PALABRAS PARA ANTONIO BERNI

Del centro de la vida donde se confunde las imágenes,
más allá de los personajes de esa misma vida que se debaten
entre el sueño y el delirio,
del drama de nuestro tiempo saltando hacia adelante,
desde la bruma de los espejos que son ojos que nos miran
hacia adentro,
más allá de aquello que pasó y envejeció sobre la eternidad
de un segundo,
desde la búsqueda hasta la permanencia del asombro que
avanza sin cesar,
de allí nace la creación de Antonio Berni.

Hoy puede ser un niño rescatado entre los basurales de la pena
o una mujer con tangos soñolientos contándonos
su historia.
Tal vez mañana ya será otra cosa,
quizás una ciudad obsesiva viviendo su aventura
mezclándose con pasos, subterráneos
con oficinas, teléfonos,
con nombres inventados así de pronto
a lo mejor en el zarpazo de la angustia
que es un rostro pensando en la memoria como un guante
olvidado en una cita.

Así sobrevivimos por el dolor hecho belleza y esperanza.

Por eso Berni sigue repasando objetos, sentimientos, miradas,
habitaciones donde acostar la sed,
maderas abandonadas, trapos vacíos,
chimeneas enceguecidas, latas
rodando por el alma del suburbio.

Por eso sigue rescatando bandoneones desvencijados
(casi una niebla en el recuerdo)
o las bodas envueltas en los compases de un vals antiguo entre
una ingenuidad no perdida del todo.

O calles que terminan en un andurrial de perros color de fiebre
enloquecido,
o vagabundos que ofrecen sólo el horizonte de su grito,
o lejanos crucificados de todos los días en los portones de
una fábrica.

Más allá existe una ráfaga de profundidad como una figura
sin principio ni fin
una figura que crece desde el fondo de la sangre alimentando
el dolor y la alegría,
más allá continúa el éxtasis del olvido que usamos para seguir
viviendo.

La pintura es eso
algo que sigue y nunca se detiene,
-de sorpresa en sorpresa-
como el futuro.
En él está
Antonio Berni.


Atilio Jorge Castelpoggi (1919-2001) fue poeta y ensayista. Creador enamorado de su ciudad -Buenos Aires- en 1960 obtuvo el Premio "Leopoldo Lugones" (1963), al que le siguieron: Premio Fondo Nacional de las Artes (1967), Primer Premio Municipal de Poesía (bienio 1988/89), Segundo Premio Nacional de Poesía (cuatrienio 1988/1991) y Gran Premio de Honor de la SADE (1996) por el conjunto de su obra, entre otros. Fue distinguido como Ciudadano Ilustre de su ciudad. Resulta importante su ensayo: "Miguel Ángel Asturias: un poeta narrador". Dijo Jorge Göttling: "Su pasión expresiva se podría resumir en el título de uno de sus trabajos: 'Apenas un cuidador de palabras' [...] Allí expresa sin rotaciones la hondura de su verdad: 'en el fondo no soy nada más que un jugador que apuesta al misterio'. Ese misterio que para él ejercía esta ciudad a la que le escribió tangos, entre ellos: 'Buenos Aires mi amante'. Comparaba la ciudad con una mujer magnética, esa que nunca se posee del todo". De sus libros de poesía se citan: "Cuaderno de noticias", "Tierra sustantiva", "Pecado de desmesura" y "Apenas un cuidador de palabras", entre otros.


Rafael Urretabizkaya

LOS GRILLOS

¿qué comen los grillos?
los que viven en mi pieza,
los escucho satisfechos,
no parecen quejarse
yo diría que están bien
felices, gordos,
cantan como borrachos los grillos de mi pieza
desconocen horarios, vencimientos,

¿qué comen?
¿dónde toman agua?
¿cantan, o me piden auxilio?

están hace ya un tiempo
conversan, tienen hijos,
tienen sus líos (me parece)
¿cantan o me putean porque apagué la estufa?

¿son siempre el mismo?
¿los mismos?
¿cuántos son estos grillos?
¿dónde están los que mueren?
¿hay en mi pieza un cementerio?
una plaza, un baldío,
un árbol donde dar atrás de él, el primer beso
¿es mi pieza un lugar ecológicamente sustentable?

¿hay en mi pieza, una civilización
con monstruo y todo?
¿soy, un monstruo ruidoso
bestial
que ni cantar sabe?

que asesina grillos cada tanto
cuando el reloj mete presión de madrugada

¿pero qué clase de monstruo soy?
¿uno que ni siquiera sabe que lo es?
un desclasado
un maldito desclasado
que cuando dice pan
desconoce al campesino, la tierra
la asada, el tractor, la madrugada
la espiga, la alpargata bigotuda
el molino, la refinería,
con todos sus trabajadores
sus esposas, sus hijos,
sus programas de radio, sus horarios
sus planes del domingo
¿un podrido desclasado que cuando dice pan
no dice panadero?

¿dónde duermen los grillos?
¿en que parte de la pieza?
¿a qué hora?
¿hacen el amor o simplemente conectan sus órganos respondiendo a cambios en el p.h. de su sistema reproductor?

¿y el monstruo?
¿hace el amor el monstruo de la pieza?
¿canta?
¿muere?
¿o el monstruo desclasado sólo se dedica a asustar grillos?
¿por qué no se las agarra con alguien de su peso?
una monstrua ... no sé
un patrón
una banda de terribles asesinos a sueldo,
a ellos que los pise
y les pida perdón de rodillas
si al huir de la cama
aplasta uno

pero
¿es mi pieza entonces un aguantadero?
frecuentado por vagos, asesinos,
gente de esa que en las películas no se les puede oler
el cagazo que traen
y se ven en la pantalla como si no doliera
estar cansado,
como si sufrir
apenas despeinara

entonces
¿es olor a perseguido?
ese extraño olor que hay en mi pieza,
¿es tufo de malandra
que suda,
por no poder juntar lo que desea
con la palabra que lo nombra?

¿qué desean los grillos?
¿cantar, comida, que apague la luz y que me vaya?
¿por qué están escondidos?
¿o serán invisibles?
¿existirán los grillos?
¿existirán
mi pieza
las canciones
el monstruo
el deseo
jugar,
ella?
¿existirán los grillos?
¿estarán jugando a las escondidas?
¿mi pieza es el arenero de un jardín de infantes "grillitos"?
¿quién cuenta?
¿acaso soy yo quien cuenta y no lo sabe?
¿soy el que espera que empiece
lo que ya sucede?
¿soy el tan incapaz de reposar
aún publicada la derrota?
¿el que espera el tren
en el océano?
¿quién es la maestra jardinera de estos grillos?
¿dónde está la grilla María Elena
con sus antenitas de goma eva?
¿le tendré que pedir permiso para ir al baño?
¿ayuda?
manzana podrida, ocho, nueve y ¿salida?

¿qué hacen los grillos cuando terminan el jardín?
¿ni siquiera hay primaria
para los grillos de mi pieza?
no servirá para tanto
pero están con otros grillos,
hacen amiguitos y juegan
a
escaparse del monstruo

¿soy la unidad cuatro
del plan de estudios de los grillos de mi pieza?
¿hay réplicas en papel mashé
de mis zonas vulnerables?
¿estoy en la página impar del simulcop de los grillos
entre el ciclo del agua y un escudo?
¿tienen los escolares que ocuparse de este tema
o está en manos del ejército?
¡Por favor! a los grillitos que les lean cuentos
y siembren preguntas
pero entonces

¿hay un ejército en mi pieza?
¿el grande es el malo de toda cultura?
¿soy culpable de estar en esta cama?
¿puede el malo ser también el que ignora?
¿hay en mi pieza un sistema educativo en crisis?

Ese único grillo que encontré
duro, intacto, en posición
¿es un grillo vacío
o una estatua?
¿hacen los grillos estatuas de sus héroes?
¿quiénes son sus héroes?
escribanos, abogados, soldados
¿o los buenos cantores?
¿tienen su estatua los grillos asesinos
de grillos originarios?
¿Cantan los grillos de mi pieza?
¿bailan sayas cachafaces
a cococho de Painé?
¿ Chapinean hasta desencastrar pasteras,
o conversan sobre el tiempo que falta?
para que me vacíe
para que desaloje de una vez mi cáscara
su mundo
y deje de monstruar
de entrar/salir,
de manejar el velador de manera
tan arbitraria, que les impide diseñar
una costumbre,
un canon del estilo día/noche

¿se desilusionarán cuando vacío,
no sea capaz de hacerme estatua
y me desarme
como todo lo humano?

¿Hay en mi pieza grillos historiadores?
¿capaces de instalar un relato
y hacerlo atravesar generaciones?
¿qué dirá ese relato?
¿dónde pondrá su acento?
¿habrá varias versiones?
¿Unas se referirán al monstruo
como el prendedor de la luz
otras como el que la apagaba, y recordarán
el hecho del olor a podrido
que largó al vaciarse,
como prueba científica de su condición opresora?

Pero entonces,
¿hay entre los grillos debates, opiniones diversas?
¿son los grillos rosqueros como sindicalistas?
¿charletas como tanos atropellando fideos domingueros?
¿Tienen los grillos día domingo?
¿o su descanso esta maneado
al capricho del velador?
¿se respetan entonces
sus derechos?
¿hay grillos organizando aunque sea
un reclamo básico?
como las ocho horas y la ropa de trabajo,
¿opinan abiertamente en la asamblea?
¿se reúnen en el local, la plaza?

¿cantan los grillos?
¿o lo que escucho son las arengas de los convencidos
sobre la paciencia de los perezosos?
¿o lo que escucho es el silencio de los cómodos
contra el rumor de los visionarios?
¿no sería justo que exijan también
obra social y vacaciones?
salario mínimo igual a la canasta básica
educación y salud
pazpantrabajo,
soberanía sobre un plato de puchero
soberanía sobre un rato de alegría.

¿Son felices los grillos de mi pieza?
¿Son felices en la lucha o
creen que la felicidad
es un premio al fondo de la huella?
¿cantan?
¿o ríen por estar luchando?
¿cantan?
¿o lloran por estar luchando?
¿o cantan, ríen y lloran?
por hallarse vivos.

¿Pueden irse cuando quieren?
¿saben que tras la puerta hay otra pieza
una cocina,
el galponcito
la casita de mis viejos?
¿no se van por miedo o por costumbre?
¿no es acaso la comodidad
una forma del miedo?
¿no es estar verde de sueños
una mala noticia?
¿no es decir "no se, no se"
un pedo e'vieja?
¿El tiro que erramos en el blanco
no pega acaso en algún lado?
¿no es ese otro lado, un blanco
desde el momento en que le dimos?
lo que después llamamos "mis razones"
¿no es azar en exceso?
¿no estaremos confundiendo ideología
con esa esquina donde siempre chocan las palabras?
¿hay para los grillos partidos políticos?
donde los adultos no escuchan los ancianos
para ocuparse de la tercera edad
sin que nadie les rompa los quinotos,
y gobiernan para los jóvenes
a quienes no comprenden,
y para los niños a quienes no temen
todavía.

¿Cantan los grillos canciones melódicas, o
se va acabar se va acabar?
¿el problema de los grillos
es el monstruo de la pieza?
¿o el problema de los grillos es, "los grillos"?
¿ y el problema del monstruo?
es ideológico, político, musical, de clase, de sustento, con los malandras, la monstrua,

él mismo
¿o con los grillos?
¿qué problema tenés vos con los grillos?


Rafael Urretabizkaya (1963) poeta, cuentista y docente. Nació en Dolores (Buenos Aires); de niño vivió en Comodoro Rivadavia (Chubut), residiendo luego en San Martín de los Andes (Neuquén). A partir de 1987 comenzó a ejercer como maestro en diferentes comunidades rurales neuquinas. Fue merecedor de varios reconocimientos literarios nacionales y provinciales. Con Emilio Urruty y Silvia Iparraguirre compartió el libro de cuentos "Tierra de aventuras". "Es un poeta social, cuya escritura, a primera vista suele verse jocosa u humorística, pero encierra, en un segundo código, un fuerte compromiso; además, es dueño de una poética original y contundente, que recurre inclusive a la parodia -recurso muy poco usado-, como forma de expresar su decir", dice refiriéndose a su escritura el poeta Aldo Novelli.Ha publicado los libros de poesías: "Te agarro a la salida", "Tita y Toto", "Carlitos el carnicero", "Informes sobre aves".



28.12.06

José Muchnik

INVITACIÓN A LA SUBVERSIÓN

Vengan.

Dejen los grises colgados
y asomen a la tarde
que la ventana está buena
las hojas verdes
el sol generoso
y el viento sabio

De a poco...
como si nada

Despeguen los ojos
de aquel engrudo
pongan los huesos en el cubilete
y prueben la buena suerte
(conozco una angustia
que sacó cuatro frescuras
de un sólo tiro)

También pueden
apostar todo el colesterol al negro
dejando por las dudas un Viagra en el cero
(podréis seguir jugando
si revientan las arterias)

Claro
hay que animarse un poco

Para clavar tijeras en el vidrio
dejar las tripas en marcha
convencer al culo que no es sonso
y a los dedos de su mirada

Pero
no es tan difícil

Si se olvida que la cabeza existe
y se confía a los pies
el destino de los sesos

Entonces
cuando los pies sean

Caerán naturalmente los zapatos
sobre las máquinas de existir
(la caída final de los zapatos
anunciará el momento de los jopos)

Ya veréis
no es tan difícil

Al contemplar la derrota del calzado
se rendirán las medias sin combate

Ahora entren poco a poco

¿La tarde está fuerte?
¿talvez con muchas ilusiones?
¿o demasiado revuelta?

Entren

Ya verán qué agradable
las hojas verdes
el sol generoso
y el viento sabio

Mas tened cuidado...

Cuando aprendáis a nadar
en copas sin semanas
ya no querréis volver
ni a las medias
ni al calzado


José Muchnik (1945) Poeta, novelista, autor teatral y antropólogo. Es ingeniero químico egresado de la UBA, y doctor en Economía de l'Ecole d’Hautes Études en Sciences Sociales de Paris, habiéndose especializado en el estudio de las culturas y técnicas alimentarias locales en países de África y de América latina. Actualmente es Director de Investigaciones en el Institut National de la Recherche Agronomique (INRA) de Francia, Profesor invitado en la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) y Director del Groupement d’intérêt scientifique - Systèmes agroalimentaires localisés (GIS-SYAL). En el campo científico es autor de numerosos trabajos sobre temas de su especialidad. Reside en Francia desde 1976. Pertenece al grupo cultural "Baires Popular" (Buenos Aires). Su novela: "Chupadero" es la dura narración de un centro clandestino de detención en los años de la dictadura. Construye su poesía con palabras cotidianas, pero no deja de asombrar el uso inesperado de metáforas de impronta casi surrealista; pero su voz es siempre espejo de la realidad: en ésta encuentran cabida la crítica mordaz, el humor aguijoneante y el pensamiento certero. Algunos de sus poemarios: "15 poemas por la paz", "Cien años de libertad y Coca-cola", "Arqueología del amor", "8 poemas para perder el tiempo", "Guía poética de Buenos Aires".

27.12.06

Daniel Omar Favero

* * *

Yo no quise salvarme sino del egoísmo.
Quise hacer con mis manos una comunidad
de vida y esperanza. Quise amar y luchar.
Ahora y por siempre.
El amor es mi descanso. La lucha, mi salvación.
La muerte no es la tumba, ni el mar.



Daniel Omar Favero (1957-¿1977?) Poeta y músico. Estudiante de letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata. Militante de la JUP (Juventud Universitaria Peronista). Fue secuestrado de su casa en junio de 1977.Su poética resume, como una bitácora de vida, su derrotero y su destino. En 1992, José Luis Mangieri editó sus poesías con el título de "Los últimos poemas".

Héctor Yánover

UN TIEMPO FRATERNAL, HUMANAMENTE

Un tiempo fraternal, humanamente,
sin hongo, sin jaquet y sin cadena,
vendrá tras estos llantos y estas penas.
Y un aire conocido y hermanado
a otro aire que presienten estas venas,
del aire le hablará.
Mondo y lirondo, acicalado espíritu,
imperturbable el ceño.
Silbando llegará despreocupado,
raído el pantalón en desaliño,
el saco sin botones
cubriendo un corazón de armiño,
el tiempo que yo aguardo en mi escollera
cansado de espera,
ronco de pena,
pero firme, apostólico y seguro.


Héctor Yánover (1929-2003) fue poeta, ensayista y crítico. Cordobés de nacimiento, en 1950 se radicó en Buenos Aires. Librero, fue uno de los mejores -sino el mejor-, entre sus iguales de profesión. Es autor de "Raúl González Tuñón", ensayo, semblanza y antología del poeta. Codirector con Arnoldo Liberman de la revista "Tiempos modernos". Se cuenta también entre sus iniciativas, la de editar discos con poemas leídos por sus autores; así fue que quedaron registros de García Márquez, Neruda, Cortázar y Borges entre otros. Fue director de Bibliotecas Municipales de la Municipalidad de Buenos Aires (1989- 1990) y director de la Biblioteca Nacional (1994-1996). Su preocupación y activo bregar por los arduos problemas de la política cultural no pudieron sustraerlo de su labor poética. “Es un poeta inexorable, no con la intención de atenuar la eficiencia bibliográfica, la aridez de la topografía bibliotecaria, la memoria compulsiva de librero y la angustia terminal de un ser que vende libros como una forma de muerte, sino por aquello que algunos mortales llaman genes y otros, menos mortales, alma”, escribió Esteban Dubarry. "Hacia principios del hombre", "Elegía y gloria", "Arras para otra boda", "Sigo andando", son algunos de sus libros de poesía.

Daniel Moyano

* * *

...Y estaba también el mapa de mi provincia,
un desierto salpicado de aldeas de extraños nombres
fósiles
(lectores extranjeros, a zamarrearse como puedan):
Anzulón, Anjullón Malanzán Chepes Guaja Sanagasta Ñoquebe Tudcún Patquía Ambil Chepes Udpinango (esto se parece peligrosamente a una zamba).
Cuando aquí se me escapan esos nombres y las palabras
se van por el aire
los españoles giran los ojos para verlas
volar como
animales remotos
escapados de la conquista.
Me olvidaba de Olta, que no es animal ni fósil,
es el pueblo de mis antepasados,
donde se afincó (detrás de una india) el primer Moyano,
un extremeño
arcabucero del fundador Ramírez de Velasco
pero que nunca mató un solo indio (según, claro está,
nuestras propias versiones).
Simplemente les hacía cosquillas
con el sable,
hasta que cansado de fundar ciudades un
buen día de verano
so pretexto de tomarse unas breves vacaciones
se pasó con la india al bando de los indios
y de sus inocentes juegos estivales
venimos los que usamos
ese apellido.
No obstante siempre dejó en la trastienda
de su
corazoncito
la posibilidad de volver algún día a su tierra extremeña.
Sabía que nunca podría convencer a la india
cuyas lágrimas podían más que barcos y recuerdos,
y entonces dejó la idea de volver como algo aparte,
como quien se inventa un heterónimo para
volver
de otro modo.
Y ahora me doy cuenta de que no vine a
España, en
realidad he vuelto y soy el heterónimo.
La mitad de lo que el arcabucero tomó
prestado de la
india vino conmigo a España.
Ella finalmente de algún modo cruzó el mar
que temía.
La otra mitad quedó bajo el nombre de
Alfredo, cerca de
Olta, en Cortaderas, un pueblito que ya no
figura en
los mapas de mi realidad.
Como se puede ver, yo también, como
Borges, tengo mis mayores.
Mis próceres qué diablos. Uno finalmente
no es tan tonto
como pudiera creerse en una lectura a
primera vista. Y ese mapa es uno de los dibujos más hermosos que
perdí con el cuaderno.


[...]

Había otros dibujos que sin saberlo
olvido
lentamente.
Una planta de maíz un guanaco un suri una vicuña
la batalla de San Lorenzo
una galería de militarotes y muchas batallas
todas nobles,
y justas
el almirante Brown como especie de parte
buena de Sir
Francis Drake
Belgrano el demasiado bueno y San Martín
el más grande
del Ande
y O’Higgins u Oígine como decíamos ayer
y el Río de la Plata medio mar medio río
perdiéndose en
el océano que obviamente nunca cabía en
el cuaderno.
Señores este poema o mediopoema se va
acabando porque
no soy un Proust ni nací para serlo.
En realidad debí acabarlo en la estrofa que
termina con la
palabra Amsterdan,
entre imprecisas lloviznas,
suena bien y tiene extrañas diacronías
y un aire de exilio y de nunca como
la ciudad de la niebla
de Baroja
que acaba con la palabra Rotterdam.
De todos modos le agregaré una coda
como en las partituras
aunque ésta sea ya la coda,
como quien la toca por última vez antes de que se escape
hacia el olvido como toda cosa de este
mundo.
Sólo quería agregar que como a Proust con
los bollitos
a mí estas cosas del cuaderno me vienen a
la memoria
cuando le saco punta al lápiz y siento el olor de la madera
y hasta puedo oír la voz de mi tonto compañero de banco
cuando me dice ¿cuál Pirulo? y
medio siglo después
vuelvo a deleitarme con mi respuesta
cruel.
La coda propiamente dicha dice que el
Cuaderno se
Extravió en algún traslado.
Cuando se viaja deprisa no hay tiempo de
contar las
maletas.
Si alguien lo encontró, favor devolverlo a
mi casa, calle
Corrientes 675
de La Rioja de allá.



Daniel Moyano(1930-1992). Poeta en sus narraciones -pues su costado como poeta en verso puede resultar sorpresivo-, novelista, cuentista y periodista. Había nacido en Buenos Aires, pasó su infancia en Córdoba y luego se radicó en La Rioja. Trabajó para la Fundación del diario "El Independiente", fue corresponsal del matutino "Clarín" de Buenos Aires y colaboró en la revista "Primera Plana". En 1976 fue detenido por la dictadura militar y poco después partió al exilio en España, donde falleció. Su labor de narrador es muy importante y ampliamente conocida: "Artistas de variedades", "El fuego interrumpido", "El trino del diablo", entre otros libros. El poema trascripto, que su autor leyó en homenaje a sus amigos riojanos (de La Rioja "de acá") en Madrid, en 1981 es, en poesía "...un ensayo que describe su sentir identitario, sus raíces, las itinerancias y periplos que ha vivido y que han vivido sus mayores; está la música, pasión que acompañó las letras y los relatos, contiene la historia pretérita, la escolar pintura que oficializa héroes y batallas y está -para los lectores- la otra historia posible de reconstruirse a partir de fragmentos de vidas. La condición de desarraigo es, en la literatura de Moyano una constante temática", dice Silvia Rodríguez Paz. Posiblemente haya textos poéticos en algunas publicaciones, pero no ha dejado poemario édito.





26.12.06

Néstor Groppa

ALGO DE ESTE NORTE

Este es el Norte, casi ausente, de mi patria.
Esta es la provincial heredad ensimismada;
el desdibujado imperio
que es preciso rastrear por las soledades
y en la memoria.
Aquí reposa la nostalgia del oro,
el halo de su renombre.
Aquí muchas cosas también fueron la poesía.
Desde siempre
prosperó más la soledad que el hombre,
mientras su corazón
soportaba inclemencias del cielo y de la tierra.

Como una hormiga
que oye repicar las desiertas torres de la cordillera,
vive el hombre.
Y entre bosques y ramas de bosques floridos,
cual una ofrenda que muda otoños y coronas
al pie de cumbres vacantes,
al pie de fabulosos pedestales sin nadie,
el hombre transita.
Recorre límites terrenales
-solitarios y litigados límites-
por los que tropieza con su don de pasado y descendencia
y con aquella tormenta de canciones
que no calmará la secreta sed de otras cosas.

Fue tejedor de lunas y de ríos;
ordenador de años y semillas;
arriero de luceros y estrellas dobles.
Acató la tierra
y obedeció devotamente sus mandatos, esas labranzas que lo perpetúan.
Cumplió las leyes contra él.
Rastreó los esquivos enigmas de los altos
y ensayó guiar las parameras
hacia un yacente surtidor de gracias:
fue héroe, traidor, y proscripto venerable:
tuvo los dones y la culpa que su tierra sabe.

Siempre esperó -espera siempre-
y pircando fechas en su tiempo baldío,
a la par de sus labores
veló por la dignidad amenazada de terruño.
Vigiló esta bandera cuando se habló de patria,
y así, desde las primeras galas de los árboles minerales,
-arroyo del aroma que se perdió en el aire-,
hoy los hijos de los hijos
llevan el subversivo y anónimo apellido de pueblo
bajo una avalancha de constelaciones y ofrendas.
De perennes ofrendas,
enclavadas en un suelo
que puede ser cielo increíble.


Néstor Groppa (1928-2011) Poeta, escritor, periodista y educador. Cursó estudios en su provincia natal, Córdoba, y en Buenos Aires. Fue maestro en Tilcara, Quebrada de Humahuaca y bibliotecario en San Salvador de Jujuy, donde reside. Cofundador en 1955 de la revista "Tarja" y director de "Pliegos del Noroeste". Creador de la Editorial Universitaria jujeña. En 1966 se lo incorporó como miembro correspondiente a la Academia Argentina de Letras. Obtuvo el Primer Premio Regional de Literatura "Producción literaria" en poesía (Bs. As., 1983) y Mención Especial al Premio Nacional de Poesía (Bs. As., 1986). Dice Osvaldo Aguirre: "En sus textos lo infinitamente pequeño, el poema, y lo infinitamente grande, el universo, están en pie de igualdad, funcionan del modo similar: el azar de una estrella, o una palabra puede trastornar el conjunto, y la nueva concepción del caos que surgen de los últimos descubrimientos astronómicos, no es menos vertiginosa que la próxima página en blanco. La poesía de Néstor Groppa crea su propio universo". De su vasta producción citamos: "Libro de ondas", "Taller de muestras", Los herederos", "Cantos para Jujuy".

Jaime Dávalos

SUDAMERICA

Nadie la para ya.
No pueden detenerla,
Ni la calumnia, ni el boicot, ni nada.
Este es un continente de aventura,
que a los aventureros se los traga.
Les sube por la sombra, despacito
y el ojo codicioso les socava.
Vendrán los desahuciados de la tierra,
buscando sus riquezas legendarias,
hasta que un día, en una sola greda,
confundan las lenguas y las razas.
América, animal de leche verde,
por la gran Cordillera vertebrada,
Hunde el hocico austral bajo el Polo,
y descansa en su fuerza proletaria.
Camina hacia la luz, lenta y segura,
Con el polen del sol en las entrañas,
y su destino torrencial,
fijado está en el tiempo por la Vía Láctea.
El hambre, la violencia, la injusticia,
la voluntad del pueblo traicionada,
no harán sino aumentar su rebeldía,
no harán sino apurar en sus entrañas
el hijo de la luz, que viene a unirnos
en una sola espiga esperanzada.
Porque América, tierra del futuro,
igual que la mujer, ¡vence de echada!



Jaime Dávalos (1921-1981), poeta y escritor, fue una de las voces más importantes -por la brisa de renovación aportada- de la canción argentina de raíz folclórica. "Canción del jangadero", "Vidala del nombrador" y "Trago de sombra" se cuentan entre sus más celebradas composiciones. El paisaje de su lugar -Salta- y su gente, siempre están presentes en sus canciones. "Fue, verdaderamente, un adelantado, un precursor. Sus audacias, tienen cierto tinte nerudiano, pero están hondamente enraizadas en el solar salteño; a todos asombraron sus metáforas novedosas, y su tono, mezcla de lo más exigente y elaborado con lo coloquial y lugareño" dijeron de él los músicos del "Quinteto Tiempo". Libros de poesía: "El nombrador" y "Coplas y canciones".

José Carlos Coronel

MONÓLOGO DEL BUEN CIEGO

Tu dolor es tuyo y puedes flagelarte con él si lo prefieres
tiembla si te abruma el horror contemporáneo
reniega de las paredes que reducen los espacios
finge adaptarte si ya no puedes más y odia
pero no te rindas

también -¿recuerdas?- existen otras cosas
el amor por ejemplo de una mano inesperada sobre el hombro
el tiempo que tarda nueve meses en madurar naranjas
la cerveza lenta generando los planes increíbles
en las tardes
y todos esos días

no no recuerdas nada y gritas tanto que aturdes
no me digas que hay ciertas sombras
no las veo
que existe el odio el resentimiento
la salvaje y brutal batalla
que nada quedará para mis manos
y diques y barricas de pena y hambre
en las veredas

no me digas nada pues nada veo

y sueño tanto de ese modo


José Carlos Coronel (circa 1944-1976). Poeta nacido en la provincia de Jujuy. Militante de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias). Encarcelado, fue amnistiado en 1973 por el gobierno peronista de Héctor Cámpora; tres años después -con la dictadura en la Casa Rosada- murió en un enfrentamiento con el ejército. Su voz se afirma en versos sin necesidad de remanidas retóricas ni imágenes grandilocuentes; viscerales, fueron forjados en la lucha, de donde nacen sus sueños y la esperanza de un mañana mejor. Su único libro de poemas: "Gestos y algo más".

Juan Carlos Bustriazo Ortiz

DEL VIEJO CRIOLLO
-Estilo N° 6-

(a Manuel J. Castilla,
que estuvo con nosotros,
azul y sonoroso)

Por la huella encelestada,
por los paisajes abiertos,
iban mis ojos mirando
cargados de pensamientos.

Camino de Rucanelo
rodaba un paisano viejo.

Era la tierra del monte
donde sopla un viento verde,
donde nacen las riquezas
cuando sangran los caldenes.

Iba el viejo como ausente,
limosnero de la suerte.

Silbaban los matorrales
largos aires desolados;
los cielos de las lagunas
eran cielos derrumbados.

Qué cosas iba pensando
el viejo criollo del carro?

Yo pensaba en los obrajes,
y en las duras parqueteras
y en los dioses de los montes,
señores de la madera.

Y el viejo color pobreza
buscaba sobras de leña.

Camino del aura verde
anduvo el canto sediento,
y tuvo un fuego gritando
esta leñita que tengo.

Con su carro polvoriento
el viejo se fue perdiendo...


Juan Carlos Bustriazo Ortiz (1929-2010). Poeta. Autodidacto, su oficio de telegrafista lo llevó por los cuatro rumbos de La Pampa, donde nació. En 1997 le fue concedido el Premio Testimonio por el Gobierno de su provincia. Dice de él De Matteo –estudioso atento y serio de los poetas pampeanos-: "Se puede observar el trabajo meticuloso de y sobre cada palabra, de cada verso, de cada poema, y en el cuidado de corrección de esas partes que, en definitiva, se cierra con ese nombramiento que responde a un todo: el fuego ─quetral─ encendido en el poeta y transmitido al lector y que quema como aquella afirmación hecha por Dionisio: 'el arte es el ardor del alma'.Algunos de sus libros: "Aura del estilo", "Elegías de la piedra que canta", "Poemas puelches", "Canto quetral".

Edgar Morisoli

TIERRA QUE SÉ / 4

Entendámonos, Hablo
de una tierra entre todos (de una tierra
como muchas, lo sé; como ninguna
para el verde relámpago del corazón). Sus vientos esteparios,
los roncos bramaderos donde pare la luna,
-ese oscuro gemido que atropella la noche
bajo un cielo sajado con pedernal de lágrimas-,
es un resuello astral: un dios que bate y bate sus alas andrajosas, sus raídos
guardamontes de arena,
desde la madrugada sin orillas del tiempo.

Porque este es el país que nadie nombra, el viejo
pedral, la patria guacha que olvidó la república.
Raigosa de retamos. Alta de golondrinas.
Arrojada a durar entre sus pencas,
labio de toda sed, cristo de toda sed cuya corona
trenzan los chupasangres polvorientos,
aquí todo comienza.
(Aquí, dolor, tendido
sobre la trumagosa soledad de tus llanos,
cuando la flor del pecho -su perfume, su más dulce
cogollo-, se apachangan bajo el solazo de las travesías.

Aquí, verdor, donde te vuelves lástima.

Aquí, por fin, amor, en los umbrales
cetrinos del Oeste, junto a la soñolienta memoria de las viñas,
y un universo nace, nuestro y mío,
tuyo y de nadie, prójimo y secreto,
porque no hay contraseña ni hoguera para el pródigo.)

Sus vientos; sus arenas... Y su gente, este hombre
que entrecierra los ojos para mirar más lejos,
y todo el horizonte le acaudilla la sangre,
le enarbola el pañuelo,
le sobreviene entero desde la frente al alma.
¿Qué guarda su silencio? ¿Qué busca su guitarra
sobre el parche tundido del malar, o en el ancho
resplandor de la Costa?
-Yo pienso en lo que piensa. Yo colijo que el tiempo
le crece ciego y mineral, terroso,
sobre su corazón y su entrecejo:
unas veces dormido, polvo y tiento en las chíhuas;
otras azul, gozoso de vida en los chulengos,
ya puro lucerío del amor y olvidado
de sus nocturnos huesos;
pero de cuando en cuando germinal, oscurísimo
de limos fermentarios, torrencialmente nuestro
-tiempo de soledad, tiempo de América-
por la cresta del aire porfiado y montonero
de un polen principal que sólo cuaja
cuando de flor en flor lo siembra el pueblo.

De flor en flor. De sangre en sangre, tierra,
duro rezago de sedienta luna,
yo pienso en lo que callas, en lo que vas penando,
en el agua barrosa que enciende tu cintura
de áspera miel y súbitas calandrias; en tu noche
resera; en tu pobreza
de quinchos me despeño, y cuanto más te pienso muerdo el canto
como quien tasca el fierro de la pena!
-Yo pienso en lo que sueñas. Yo saludo
tu tremendo, tu altivo país de espuela y páramo,
y esa luz livianita, serena, de las islas,
cuando el hombre la bebe como un silencio largo.


Edgar Morisoli (1930) es poeta, escritor y ensayista. Aunque nacido en Santa Fe, reside Santa Rosa, La Pampa, siendo pampeano por adopción. Fue miembro fundador de la Asociación de Escritores Pampeanos. En 1997 recibió el Premio Testimonio otorgado por el Gobierno de la Pampa; en ese mismo año el Premio Reconocimiento a los Creadores (Buenos Aires), y en el 2004 el Tercer Premio Nacional de Poesía. Muchas de sus poesías han sido musicalizadas. Su libro de ensayos: "Fábula del tiburón y las sardinas. El ALCA y la cultura", plantea ya desde su título la temática que desarrolla en profundidad con lúcido análisis. La repercusión de su obra se expande más allá de los límites provinciales. "La poesía de Morisoli -cargada de matices, de lectura lenta- edifica una sólida épica de aquellos personajes cuasi anónimos que poblaron el oeste pampeano, o esas zonas de obreraje y paisanos de la patagonia; su gesta es cantar para que no se los lleve el olvido" ha dicho de él Sergio De Matteo. "Cancionero del río Colorado", "Solar del viento", "Tierra que sé", "Salmo bagual" y "Última rosa, última trinchera" son algunos de sus poemarios.

25.12.06

Juan Carlos Higa

* * *
Yo volaré y volarán conmigo
serán alas palomas mis palabras
serán alas palabras, espacio abierto
y corazón al cielo
Yo volaré y volarán conmigo
mis hermanos
todos conmigo, con el amor
que es fuerza
con la ternura que es paloma
y vuela
con este canto que es amor
y sueña
con este canto de amor
que es primavera
con este alto vuelo
que es presencia
que es sensación de espera



Juan Carlos Higa (1948-¿1977?). Poeta, escritor y periodista. Se desempeñó en el diario de la colectividad japonesa "Akoku Nippo". Junto con otros poetas y escritores bregó por la formación de la Agrupación Gremial de Escritores. Fue secuestrado durante la dictadura y desaparecido. Su poesía, de fuerte impronta sesentista, aúna en su tono coloquial los propios sueños a los de los demás, que siendo iguales, el poeta sabe que deben marchar juntos por el mismo camino. Sus poemas hay que rastrearlos en diversas publicaciones; desconocemos si dejó algún libro édito.

Lucía Carmona

CIERTA

Pausadamente bestias
al fondo de cualquier combate diario
con un arisco grito de tropeles,
animales vibrantes
temblando en la estructura cotidiana.

Aquí estamos
cincelando el espacio con aliento prestado,
despaciosa la hiel, ardiente el hambre;
aquí violados dioses despojados
despojando la hermana mordedura.

Aquí,
soldados siempre nuevos de la vieja batalla,
las armaduras rotas, filosas las espadas.

Aquí estamos los hombres-esperanza,
esos que ríen muertes y comen tempestades,
aquí,
donde aún vomitan humo las chimeneas,
aquí en la tierra dura
la simiente se ensancha,
se ensancha, se enloquece
de esquirlas y guitarras.

Y tal vez encontremos
flameando alguna anónima guirnalda
que nos ize la luna de la sangre,
patria desnuda y alta.

Y si hallamos
en el hijo la risa recordada,
cuadratura de octubre,
tomaremos el pulso de los pájaros,
ubicaremos un calor de amapolas.
Cuando algún barco vuelva
con espuma en la borda
quedaremos,
como en el primer día de la carne,
piratas de la gloria
abordando la magia.



Lucía Carmona (1946) es poeta, escritora y educadora. Dirige talleres literarios en su ciudad natal: Chilecito, provincia de La Rioja, donde reside.Colaboró en revistas y publicaciones literarias del país: "Polen" (Catamarca), "La Mañana" (Entre Ríos), "Las Espuelas del Ángel" (Buenos Aires), y del exterior: "El Chúcaro" (Uruguay) entre otras. Fue asistente técnica de la Secretría de Cultura de la Nación. Si bien su poesía está fuertemente impregnada por el paisaje que la rodea, su voz no cae en el fácil pintoresquismo: lo trasciende ampliamente y hace del hombre el principal motivo de su canto.Algunos de sus poemarios son: "Era de noche y junio", "Hacia una tierra oscura", "Pueblos de la memoria", "Las infinitas palabras".

24.12.06

María Mombrú

EL POLICÍA

El policía se sienta a comer
la mujer sirve la sopa
los hijos se arrojan miguitas de pan
la mujer hace ruido al tragar
los hijos se pellizcan por debajo de la mesa
el policía piensa en su trabajo

inútil y brutal...

El policía se escarba los dientes
los chicos pelean por una manzana
la mujer saca los platos y se rasca la cabeza
el policía piensa en su trabajo

inútil y brutal...

El polícía se sienta a la sombra
de un árbol
la mujer mete las manos en el agua engrasada
los chicos se persiguen
y las moscas caminan por la mesa
el policía piensa en su trabajo

inútil y brutal...

La mujer friega las ollas
y mira con ojos vacíos
los hijos gritan y tienen todos calor
el policía piensa en su trabajo

inútil y brutal...

Mientras el calor aplasta
la mujer de manos enrojecidas, piensa
los hijos se sientan a descansar
el policía piensa en su trabajo
piensa, piensa, piensa.


María Mombrú. Poeta, cuentista y autora teatral. Nació en Resistencia, provincia de Chaco; a los 20 años se afincó en La Plata, provincia de Buenos Aires, de cuya Universidad egresó como profesora de Letras; ejerció la docencia primaria y secundaria en distintos establecimientos. Colaboró esporádicamente en la revista "Hoy en la Cultura". Su obra teatral "Las señoritas vecinas" obtuvo el Premio Losange y su libro de cuentos "América para los americanos" el Premio estímulo o publicación en el concurso de Casa de las Américas en 1963. Pertenece a la Generación del 40. Poesía más preocupada en la comunicación inmediata y directa que en la elaboración meticulosa; poeta que hace buen uso del verso breve y restallante como si fueran 'flashes' -a la manera prevertiana- mediante el cual logra su cometido. "Réquiem para mi corazón" es uno de sus poemarios.

José Portogalo

CANTO A MI PAN

Con pan de mi amor alimenté raíces.

De ráfaga-navío pan de nube
de noche-madrugada pan de trinos
y lágrima de pan de la pobreza.
El pan del vino aguado.
El funerario pan de los rincones.
El pan del ofendido
humillado
abolido.
En pan el pan el pan de los canteros
con el pan de los pájaros de mi alma.
Mi pan dije una vez (oh pan de piedra
trizándome los dientes)
nació del frío denso de los surcos
y del hueso pelado del rocío.
Y había una gaviota iluminada
y una espiga
de cárdeno rumor viva en mis sienes.
Había un cielo efímero
una lluvia
cenicienta y atroz con cicatrices
socavando mis yemas.
Había sin embargo dulzura de pan fresco
de gorrión despeinado de la música
que se nutrió del árbol de mi sangre
con ese ritmo sordo de cigarras
que aturden mi memoria.
Sus plumas custodiaron mis palabras
y su pico el latido de la brisa
sobre mi corazón amotinada.
Vino a mi voz en símbolo clareado
y me dio con el viento el pan insobornable
imbatible
durísimo
del mar con la cuchara de las olas
y el humo del tabaco de mi padre que ha muerto.

Cómo lo conoció mi infancia
definida
en la mejilla aireada del aromo
del abrojo del níspero del pámpano la higuera
y del libro escolar garuado en un baldío.

De pronto salió el pan salió de las arrugs
del labrador con hambre
y de la finca aérea del hornero.
Y yo
salta-alambrados
pierna al aire del aire avispa ronca
y hojaldre de los sueños
"como un ojo que ve claro" pude ver
destellando esplendores
el ojo de la vida
la inocencia del pan
y el encendido soplo de la escarcha
que preanuncia el exilio ante el abismo.
Y diría en fugaces imágenes del vértigo
primavera-gorrión gorrión-verano
y amor hilo de fragua
resplandor
caricia de agua quieta sobre el musgo.
Y mi vocabulario y mi cuaderno
perdido en un galpón
con la locomotora de un tren que nunca olvido.
Y diría también linterna humedecida
armónica herrumbrosa
y mendrugo de pan entre mis vértebras.
De pan-gorrión entonces mi esqueleto
mi barba con espuma mi calvicie
mi fulgurante lengua de pan-gorrión
alígera
y súbita alfarera de mañanas
que ha rodeado mi pecho de júbilo radiante.
Mi pan dije una vez (oh pan reflorecido
del vaho en las colinas)
izó luz infinita pan de gallos
que asea alta la noche los molinos
y el belfo echando azufre de un potro ingobernable.
Y vi cómo del ojo de Éluard amanecía
el ojo que ve claro pan de fuego
y de raudo aletear mi pan de río
mi gorrión-primavera mi semilla
de ese pan rutilante
pan de sol.

Pan de lumbre ganado repartido.
Pan de frente rozando el horizonte.
Pan de hermano de amigo solidario
pan de voz.


José Portogalo (1904-1973). Poeta, escritor y periodista nacido en Calabria (Italia); a los cuatro años lo traen a la Argentina, donde décadas después nacerá a su seudónimo. Desempeñó diversos oficios antes del llegar al periodismo, que ejerció, entre otros diarios, en "Noticias Gráficas" y "Clarín". El tango, y caminar su ciudad -Buenos Aires- fueron dos de sus grandes pasiones. "Portogalo -dijo el poeta cubano Manuel Navarro Luna- ha podido llegar, como muy pocos poetas de esta generación, a un perfecto dominio del lenguaje poético, sin que por ello su comunicación directa con el pueblo falte en ningún momento en su poesía". Citamos entre su producción poética: "Tumulto", "Destino del canto", "Mundo del acordeón", "Perduración de la fábula".

Carlos Alberto Brocato

LA ALEGRÍA DEL MUNDO

Clavel que trae húmeda paloma
por el mundo,
volando.

Vuelo de tanta historia que no para,
sombra sobre la tierra
despojada.

Paloma que no cesa,
clavel que no derrama.
Desde la sombra desprovista,
promesa de otro viaje y otro mundo,
la suave voz te llama,
paloma, desde abajo.

Oh tu paciencia de volar tan largo.
La seca tierra aguarda.
Solo tu sombra pasa.


Carlos Alberto Brocato (1932-1996) fue poeta, escritor, ensayista y periodista. Colaboró esporádicamente en "Hoy en la Cultura" y fue cofundador de la editorial y de la revista
"La Rosa Blindada", importante medio poético, literario y político de los 60. Con el seudónimo de Cayetano Bollini dio rienda suelta a su expresión humorístas y punzante como en "Manual del buen argentino", entre otros títulos. "Su vida se erigió sobre la base de la constante coherencia con su pensamiento, porque precisamente no concibió la ética separable de la política, incluyendo en este plano el problema de la eficacia. Tampoco lo hizo entre esta última y la vida privada. No creo ante esto, que quererlo haya sido una circunstancia casual, sino antes bien, una paulatina, placentera, e ineluctable consecuencia", dijo de este poeta Emilio Cafassi. Sus poemarios éditos: "La sonrisa del tiempo", "Mundo de sucia lágrima" y "Furia".

23.12.06

Marta Zamarripa

DEUDAS SIN FIN

(A mis alumnos desaparecidos.
A Gustavo Lambruschini.)


Cuando era la Patria,
me decías,
y yo pensaba en ellos,
en aquellos muchachos del Colegio,
que aún no sabemos dónde,
en qué lugar, a qué hora,
un miércoles o un jueves de qué fecha
dejaron su esqueleto, su último recuerdo,
su agonía, qué les pasó aquel día,
qué jornada vivieron
qué imagen fue la última,
la de un fusil canalla, las campanas
del pueblo, el rostro de la madre
los campos argentinos, la puerta
de la casa, aquel patio del fondo…

Cuando era la Patria,
me decías,
y yo pensaba en ellos,
su pupitre, el libro de lecturas,
los discos, la guitarra,
lo que amaban entonces
con ojos de estudiantes.

Cuando era la Patria
ellos fueronel último bocado de la Patria.


Marta Zamarrita. Poeta y educadora. Ejerció la docencia media, superior y universitaria como profesora de Literatura. Ha ocupado distintos cargos de jerarquía en la función pública y museológica en su provincia natal: Entre Ríos. Fue directora de suplementos culturalres de diarios y revistas así como también de programas radiales.Entre otros muchos premios que obtuvo citamos el Primer Premio de Poesía del Ateneo Popular de La Boca (Bs. As.) y el Primer Premio otorgado por la revista literaria porteña "Cardinal". De su obra dijo Luis Ricardo Furlan. "...es una poeta raigal, sumida en hondas reflexiones íntimas, apegada a la lujuria de la tierra en pura y constante integración geopoética. Su verso es claro pero denso y siempre transparente. Memoria personal la de Marta Zamarrita, se deshoja en acontecimientos universales, familiares y públicos que recogen la angustia de la criatura contemporánea con el coraje de sobrellevar esa temperatura sin peligro de calcinación". Es autora de los siguientes poemarios: "El cielo sobre la fuente", "Cosas de los días", "Tapial con luna", "Ayer y todavía", "Solo de mate para días de poca yerba" y "Solo de garzas y otras levitaciones".

Francisco Tomat-Guido

TEMPLOS DE LA DELACIÓN

Quietamente, no entres en la solitaria noche.
Los años deliran y cantan, y los que entierran
a sus muertos queman lágrimas contra la agonía
de la luz. Como una sombra de fría arcilla
los sueños aprenden que las cadenas curvan
sobre los rosales su leche de pájaros.
Siento que el insomnio recomienza su danza,
esa brizna que se pega en el conflicto
de su propia sed.
Estrecho, camino por las calles de Concordia
tomado del brazo por verdades que no puedo soportar.
Acaso piense en mi madre joven, en mi padre
junto a la fragua de mi corazón, en tantos amigos
que se han tragado el incendio de los días
o acaso sus propias estrellas,
mientras el aire inventa coplas, los naranjales
suben el otoño y no encuentro salida que no dé
a esta naufragante lengua que reza cada día para
derribar, en la fluyente memoria, la jauría
sanguinaria de tantas significaciones.



Francisco Tomat-Guido (1922-1994). Poeta y periodista nacido en Venecia (Italia) que residió en Diamante (provincia de Entre Ríos, Argentina) desde niño. Ejerció el oficio de periodista en Buenos y en Concordia, donde falleció. Dirigió la revista “Clima” y las ediciones “Flor y truco”. Fue declarado Doctor honoris causa de la Universidad de México. Perteneció a la Generación del 40. Su poesía destaca por la lucidez expresiva y la metáfora elaborada con minuciosidad de orfebre. Es de destacar también que su patria chica de adopción -Entre Ríos- de alguna manera siempre está presente en todos sus libros. "Canción celeste", "Acercamiento del sueño", "Antaño solemne", "Verdor en las redes", "De olvido a olvido", "Los milagros invasores", "Profanación del soborno", "Bitácora secreta" y "Tierra del hombre" es el total de su obra poética.

Jorge Calvetti

POEMA ENCONTRADO EN LA TUMBA
DE XUCUYOC, CACIQUE INCAICO DE JUJUY

Alguna vez, al discurrir los siglos
igual que el viento a la liviana tierra,
la mísera memoria de los hombres
se acercará hasta aquí. Vendrán a verme
y ofenderán mis huesos y mi sombra
las espectrales manos de la Historia.

Yo, el Xucuyoc, ordeno para entonces:
Dejadme en paz. Yo he sido un hombre
igual a todos, como todos, vano;

Buscadme en el ancestro de mi pueblo,
en la raíz de un grito de pelea,
en los espasmos del placer o el odio,
en el temblor final de la mirada
de un hombre de mi raza. Allí estoy yo.
Este gastado polvo es nadie y nada;
en el futuro se erguirá de nuevo
pero no seré yo. Yo ya estoy muerto.
Mi eternidad es esta piedra rota.



Jorge Calvetti (1916-2002) fue poeta, periodista y asesor en temas culturales. Estudió en Jujuy -donde nació- y en la Universidad Nacional de La Plata. Forma parte de la Generación del 40. Perteneció a la redacción de los diarios "La Prensa" y "La Nación" y colaboró en las revistas "Sur", "Leoplán" y "El Hogar". En 1955 compartió la dirección de la revista "Tarja" junto a Manuel Castilla, Héctor Tizón y Jaime Dávalos. Miembro de la Academia Argentina de Letras.Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía y Premio Municipal de Poesía por "Imágenes y conversaciones" Fue declarado Ciudadano Ilustre (post mortem) de su provincia natal. "Sobriedad, equilibrio expresivo y notable destreza formal definen estilísticamente los rasgos más característicos de esta firme evolución creadora, ceñida con apasionamiento entrañable a la evocación de la tierra natal y de sus raíces primordiales", así se describe su trabajo la "Enciclopedia de la Literatura Argentina" dirigida por Orgambide y Yahni. "Fundación en el cielo", "Memoria terrestre", "Escrito en la tierra" y "Poemas conjeturales" son algunos de sus libros.

22.12.06

José Rodríguez Itoiz

LOS MUERTOS

Y eran muertos, muertos.
Estaban en las redacciones
y se oía el entrechocar de sus huesos
fabricando mentiras;
alimentando al chacal y al financiero,
al corredor de Bolsa,
a la mujer del gerente y al proxeneta.
Al banquero y al comisario
y al fiscal pavoroso de odio y de gordura.
Salían de las tahonas
y era un osario de marcha escalofriante.
Iban contra la harina
y el multiplicado corazón de la levadura.
Contra la lengua labradora del viento.
Iban buscando el trigo para helarle la voz.

Los encontraba en la penumbra de los parques
acechando a los adolescentes enamorados,
opaleciendo el ojo de las muchachas joviales
y sembrando de vidrios las manos del amor.
Los encontraba en las exposiciones de pintura:
abstractos, no figurativos, arpilleras.
Salían de los cuadros como de una tumba
y todo se tornaba de hielo, mientras caía
sobre la ciudad contaminada
una lluvia de huesos y ceniza.
Salían de los libros.
En las noches se oían las carcajadas, su hipo.
Se restregaban las manos y era un arrastrar
de cadenas, una trituración de frentes puras.
Una danza macabra estremecía los techos,
y los perros se enroscaban sobre su miedo
como una O gigante,
y aullaban al mar de huesos que avanzaba,
mientras las estrellas tapiaban con crespones
los ventanales sin luciérnagas.

Entraban en los cafés, donde la algarabía
de las voces crecía hacia la luz como arboledas.
Y de pronto el hielo, el odio en las miradas:
buhos y vampiros como en los castillos abandonados.
Nadie sentía las manos, nadie sentía la boca
y la risa caía decapitada
como caen sobre surcos los pájaros muertos.
El carpintero fabricaba muebles en forma de ataúd,
y en los jardines, las flores se marchitaban
como en las cámaras mortuorias.
Una caravana de muertos anudados como racimos
venía por las carreteras, sin estandartes,
golpeando el pavimento con ritmo de resaca.
Senadores y Diputados con una sola máscara.
Los abogados con la sonrisa abierta como un puñal,
y los maestros, arrastrando la esfigie de Sarmiento
sobre la huella pútrida, en la noche siniestra.

Venían periodistas,
con dólares y dólares en las manos mendigas.
Y los médicos, buscándose el corazón en la caja del pecho
como si fuera un piojo.
Venían los niños, con los ojos viejos
y las manos pisoteadas como caminos,
sucia la voz, el sexo, la mirada.

Y los poetas, enhebrando palabras arrodilladas,
golpeando con azúcar las vitrinas dominicales,
donde la poesía va arrastrando su anemia.
Después venía el cineasta
haciendo el inventario de los idiotizados
con tanto celuloide invertebrado.

Pero los niños no se resignaban.
Movían los pequeños puños golpeando el día
como un enjambre de martillos coléricos.
Y los poetas también se avergonzaban.
Algunos tenían los ojos carcomidos por el espanto.
Se miraban las manos y las sentían como llagas abiertas,
y el llanto, como una lluvia pura
les lavaba el rostro atormentado.
Y entonces los niños y los poetas
salieron del rebaño de los muertos
y entraron en la vida,
como un río que entra en camino de árboles.

Reclamaban el éxodo del hombre
de la mentira y de la sumisión.
El libro y la guitarra en el umbral del día,
y el pájaro en la rama del ojo emocionado.

Hombro con hombro iban por las calles anchas.
Las estrellas volvían al tapiz luminoso del cielo.

Y la ciudad amaneció limpia como una ola
y los pájaros regresaron a la catedral de los bosques.
Y entonces el hombre comenzó a caminar
erguido como un mástil, hacia el país de la harina,
donde los niños y los poetas
tienen la estrella de mar y el trébol de cuatro puntas.


José Rodríguez Itoiz (1914-1976). Poeta y cuentista. Autodidacta, no cursó estudios regulares alguno. Dirigió las revistas "Gente Nuestra" y "Fibra"; codirector con María Luisa Rubertino de "Laurel". Colaboró asiduamente en "Hoy en la Cultura" en la década del 60 y en otras revistas y periódicos culturales. Poeta de voz popular; no duda en recurrir al poema-río para modular y verter su expresión. "Simiente", "Poemas del amor amplio", "Tierra desencantada" y "Siglo mío de trueno y amapola" son algunos de sus libros.

Andrés Fidalgo

LOS ALQUIMISTAS

Desde lugares diversos
llegaron en grupos ruidosos,
hediendo
con verdadero mal olor
de críos sin cambiar,
de adultos apartados del agua
y de agria coca fermentada.

(El colorido exterior, lo pintoresco,
el exotismo,
quedan para "uso oficial exclusivo"
del turismo).

Se derramaron por los surcos
en largo río gredoso,
con la vivaz mirada del pájaro
momentáneamente libre;
machetearon, deschalaron, cargaron,
y no de sol a sol
según figura en las planillas,
sino inhumanamente,
desde la cinco de la escarcha
hasta el anochecer con su relente.
Luego, como si nada,
prepararon
picanteadas sabrosas; cantaron y bailaron.
Bebieron
cualquier cosa que trajera
noticias quemadoras del alcohol;
se mancharon
hasta las fibras íntimas,
hasta lo intransferible de
"la criatura divina".
Y entre fugaces enardecimientos
se acoplaron
marido y mujer, los concubinos,
desconocidas con desconocidos...
Así, de modo vario
cumplieron
su obligación de proletarios:
dejar la nueva fuerza del trabajo
que continuará el ciclo.
Por último,
durmieron confundidos
hombres sudorosos
con perros con mujeres con pulgas con chicos
(en galpones de barro
por los cuatro costados),
para levantarse
y proseguir girando
triturados
en el trapiche inmenso.
Al fin, un claro día
sacudido a pitadas
y gritos de alegría,
se fueron
más sucios y enfermos
que cuando vinieron.

Pero de todos ellos quedó una montaña,
con millones de kilos de azúcar
angelicalmente blanca.


Andrés Fidalgo (1919-2008). Poeta y ensayista. Abogado, defensor de presos políticos y gremiales, por lo que padeció persecución y cárcel. Es padre de la poeta Alcira Fidalgo Pizarro, desaparecida durante la dictadura. Fue colaborador de la revista "Hoy en la Cultura" (Bs. As.) y de otras editadas en el noroeste argentino. En 1972 obtuvo el Premio Quinquenal de Poesía. Imprescindible es su trabajo "Panorama de la literatura jujeña" para el entendimiento del desarrollo de la misma en la región. Su poética está hecha con garra, nervio y una profunda reflexión; no se va en vaguedades ni se solaza en "lo poético"."Una marca en la memoria" es uno de sus más importantes poemarios.

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