28.8.07

Francisco Gandolfo

*
La rutina del éxito produce un fracaso

semejante al de un control remoto de televisión:
es un poder en la mano.
Con ese poder uno tiene lo que quiere
pero no lo que necesita.
Entonces la necesidad se queda
mirando con cara de fuerza,
porque le están imponiendo cosas
con sólo apretar un botón.


Francisco Gandolfo (1921). Poeta, narrador y editor nacido en Hernando, provincia de Córdoba; en 1948 se radicó en Rosario, provincia de Santa Fe. En 1968 creó y dirigió junto a su hijo Elvio la revista "El lagrimal trifurca", una de las publicaciones más importantes de fines de la década del 60. Como editor y director de la colección de poesía El Búho Encantado, dio a conocer libros de Juan Carlos Martini, Rafael Bielsa y Eduardo D’Anna, entre otros. Dice el mismo Gandolfo en carta a Mabel Itzcovich: "Se me ha abierto un mundo nuevo en el cual penetro como un niño asombrado por la emoción, a la manera de Alicia en el país de las maravillas, atendiendo la exploración con seriedad jovial [...] Pienso que pese a todo, hoy a la poesía (al hombre) le hace falta un poco de alegría, de fe, de seguridad y en eso estoy. Y estoy tranquilo porque al fin puedo darlo. Es una manera de dar vida tras el esfuerzo, como lo hacen las mujeres al parir, porque para la muerte sobra con los fascistas". Entre sus libros de poemas publicados se mencionan: "Mitos", "El sicópata" y "Poemas joviales".

21.8.07

Enrique Banchs

EL CRISTO DEL JUZGADO

Mientras lee el secretario con voz que atrista
de los considerandos partes primeras,
el juez que tiene cara de prestamista
va marcando el programa de las carreras.

Se trata del proceso de un anarquista
que gritó cuatro cosas por las aceras,
y el a latere docto pasa en revista
los cargos que merecen penas severas.

Tiene el muro un doliente Crucificado
que fermenta en sus llagas toscos rubíes.
Cercanas a los clavos del pie llagado

se entretejen rojizas llagas de herrumbre...
(¿Qué hará entre providencias y entre otrosíes
ese cuerpo de ayunos y mansedumbre...?)




ENRIQUE BANCHS (1888-1968). Poeta nacido en Buenos Aires, Capital Federal, donde falleció. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores y de la Academia Argentina de Letras de su país.Luego de publicar "La urna" en 1919, que contiene cien sonetos de inigualable perfección, se llamó a un silencio poético que duró hasta su muerte, sólo interrumpido esporádicamente por algunas colaboraciones en revistas y diarios, las últimas de las cuales datan de 1955. Considerado uno de los más luminosos poeta líricos argentinos, con profundas raíces en lo metafísico, lo que no le impidió manifestar temas sociales en métrica clásica de escandidos versos. Su obra recibió el siguiente comentario de Roberto F. Giusti: "Si concebimos el lirismo como expresión del yo a la vez en cuanto tiene de característico y de común con los yo restantes, si ha de ser poesía subjetiva por excelencia, Banchs realiza el tipo del poeta lírico con absoluta pureza, de igual modo que lo han realizado, sin que esto envuelva comparación alguna, Safo o Petrarca, Heine o Verlaine, para no citar sino pocos nombres excelsos.". Su otros libros de poemas:"Las barcas", "El libro de los elogios" y "El cascabel del halcón".

Manuel Aldonate

CANCIÓN PARA LOS OBREROS DEL INGENIO ÑUÑORCO

A todos los recuerdo. Podría enumerarlos uno a uno
Si fuera necesario,
Referir sus íntimos problemas, sus sueños proletarios,
Su lento caminar desde todos los rumbos al ingenio,
Su paso idéntico
Y ese duro silencio con que les cierra sus labios el invierno.

Podría –por ejemplo- decir con voz de acero y contracanto
Salud, hábil tornero!
Cuando Gómez, Medina o Doroteo que discriminan la función del hierro
Deciden en sólo media vuelta el nacimiento de la tuerca,
O gritar con el júbilo del viento: estibador!
En el momento mismo en que los hombres son espalda y sudor.

A todos los recuerdo. Allá al fondo distingo a Mickeley
Masticando su cigarro verde
En su actitud de siempre: aprendiz de filósofo y rebelde.

Aquí, Carlos Romano rumiando su protesta que trae desde niño,
Clarificando almíbar,
Realizando con toda parsimonia su trabajo de hormiga.

Martínez, santiagueño curtido de vientos, sol y lluvias,
Con el dulzor de sus panales
Que le impregna de miel hasta el saludo en mitad de la tarde
También está presente cuando las sirenas cantan su aleluya
De vapor estridente
Sobre unos mamelucos azules salpicados de aceite.

Uno a uno así como llegaron se hundieron en el vientre del ingenio,
Sencillamente señoriales
Para ocupar sus puestos, los de siempre,
Sus cargos imperiales,
Vigilando la metamorfosis de la miel en cristales,
Mariposas de nieve
Que crecen en enjambres desde mayo a setiembre.

Estos de quienes hablo son los bravos obreros, los obreros auténticos
Del ingenio Ñuñorco
Que brazo a brazo van haciendo crecer la industria, poco a poco,
Sobre esta tierra virgen donde un pueblo madura,
Sobre esta tierra arisca del capitán Medina
Que acaso alguna vez se vuelva sólo almíbar.

Al fondo de la tarde -albañil del silencio-
Miguel Albornoz con alas de argamasa
Se eleva lentamente hacia el azul distante,
Quizá buscando al viento
Para contarle a solas de sus largas fatigas,
De su entrañable anhelo o acaso simplemente
Para secar con su hálito la sudada camisa.

Algunos no volverán a marcar su tarjeta de trabajo:
Carrizo –por ejemplo-
Que yace sin sonrisa debajo del trapiche dormido todo entero.

Un vendaval era la risa saludable de este obrero
Que fue todo ternura,
Impulso, corazón, briosa juventud, casi locura...
De vez en vez la muela azucarera despedaza la carne proletaria,
Tritura hasta la voz
Y le crecen raíces por la muerte a la antigua canción
Mientras corre por las lentas acequias calientes de la miel
El grito derrumbado
Para enriquecer de varonil sustancia el sacarino jugo del trabajo.

Otros van muriendo por partes. Comienzan a morir desde muy jóvenes.
Recuerdo a Juan Fernando
Que siendo casi un niño perdió su brazo de comando
Y a pesar del desastre conservó para sí su valentía,
Fue creciendo con ella
Y tuvo la sorpresa de ver como crecía también su mano izquierda.

Les nombro pues, ahora, a algunos, a los que más entiendo,
A aquellos que crecieron conmigo desde el fondo del niño
Y anduvimos ha tiempo en tanto alegre juego
Caminando hacia el hombre con un andar sin prisa.

Nombro pues a Abraham Leiva con sus hondos secretos,
A Luis Armando Correa con sus sueños políticos,
A Pascasio Contreras sentimental y bueno
A Emilio Aybar entre un millón de tuercas
Y a tantos otros heroicos jornaleros.

Y pasarán los días sucediéndose de cosecha en cosecha
Y ellos serán los mismos
Tan sólo algo más viejos andando y desandando un antiguo camino,
Aquél que su destino les marcara hace un siglo
Y siempre transitaron
Con su paso heredado en tantas madrugadas de duro sacrificio.



Manuel Aldonate (1919-1993) Poeta, autor teatral, periodista y educador nacido en Juan B. Alberdi y fallecido en Monteros, Tucumán. Después de desempeñarse como maestro en varias localidades de su provincia, viaja a la Capital Federal en 1946, donde es docente en escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires. En1952, en Monteros, pone en escena su pieza dramática "Cuchillos para la Luna". Recorrió el noroeste y centro de su país dando charlas y recitales al mismo tiempo que realizó una intensa actividad gremial en el magisterio. En1965 obtuvo el Premio Peuser por "La escuela y el ideal panamericano". En 1971 organizó el Primer Encuentro de Poetas en Monteros. Fue presidente de la SADE (1974-76) filial Tucumán, entidad que en 1978 le otorgó la medalla de oro por su trayectoria. La poética de Manuel Aldonate, como si fuese un país de la emoción, tiene por límites el hombre, sus trabajos, mínimas felicidades y grandes desdichas, y la esperanza; dentro de estas fronteras humanas, crece y clava raíces la vitalidad de su canto. Libros de poesías: "Poemas del cañaveral", "Clima de la miel", "Verde carozo del verano", "Breve antología y tres poemas", "Semblanza de un cebil".

17.8.07

Enrique Molina

GO HOME

(Monzón Napalm)


¿Pero acaso no te hundes en el mutismo viscoso de una ciénaga que gira lentamente sin fin un estallido de luciérnagas fúnebres un burbujeo de sangre que fermenta y ese silbido de serpentario del sol sobre tu alma…?

Y esa carcajada del gallo en la aldea arrasada un estertor un espasmo de relámpagos del alba esa sonrisa del gallo en la paja del techo en llamas semejante sonrisa de cráneo a la intemperie.

Ese país sale desnudo de entre los pantanos echa sal en la herida balancea esas tiernas muñecas de la jungla que hacen vibrar entre las cañas la lenta desgarradura de su risa como una larga hoja brillante y fría hasta los huesos.

Deja atrás la pelambre suicida de esa tierra de helechos mortales llena de cosas tan antiguas que flotan en sueños y se desvanecen para aullar con el humo y la sentencia que te sigue como una flor caníbal entre los tizones de la noche.

La bala verde de las hojas la bala negra de la tierra la bala líquida del agua la bala de los astros y del viento y la bala de la fiebre y de los perros que ladran alrededor de tu cadáver la bala del pantano y el niño asesinado la bala del loro y la tortuga y del polen de cada planta y la bala del té y de la negra olla de barro y de las ropas y la bala del pájaro y de la escolopendra hasta la bala insomne de la luna hasta las mismas balas de ese pueblo de sombras invencibles todas buscándote con tu latido y ese incesante sol de dolor y de eterno retorno.

Escucha los fantasmas de esa luz excesiva que hace traslúcidos tus huesos cada oleada de sangre exiliada de un mundo de alimentos envasados jarros de cerveza el movimiento de tu raza y ahora tan sólo ese murmullo de hojas esas manos impunes que destapan las cloacas de la muerte.

Y dónde esos cuerpos de aceite dulcísimo que huyen como un perfume ese linaje de sonrisas altivas se cierra con una dentellada de caimán en la alienación del fuego. ¿Y qué haces allí con tu industria de momias frenéticas con tu pisada de verdugo ignorante bajo la maldición de esos dioses bajo la misteriosa mirada de tus víctimas vociferando en la camisa de fuerza del follaje…?

Vete.



Enrique Molina (1910-1996) Poeta y escritor nacido en Buenos Aires, donde falleció. Junto a Aldo Pellegrini fundó y dirigió la revista "A partir de cero". Se lo considera como uno de los mayores poetas de la lengua española del siglo XX, y el más alto exponente del surrealismo en la Argentina. Su única novela: "Una sombra donde sueña Camila O’ Gorman" (1973) mereció el Primer Premio Municipal. Su poemario: "Las cosas y el delirio" recibió el Premio "Martín Fierro" otorgado por la SADE. En 1992 recibió el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes por su trayectoria. De su obra ha dicho Octavio Paz: "La poesía de Enrique Molina, como un cuchillo, no describe; se hunde en la realidad.". Otros libros de poesía: "Pasiones terrestres", "Costumbres errantes o la redondez de la Tierra", "Amantes antípodas", "Monzón Napalm", "Los últimos soles".

16.8.07

Enrique Diego Gallego

COTIDIANO

Murió un hombre que sólo deseaba volver a casa.
Podría seguir
describiendo una espiral infinita
con anónimos hombres y mujeres
que no intuyeron su imposible regreso.

Innecesario poner nombres
haría inconmensurable a la tristeza.
Lo que este poema sabe
es que en medio del horror
o con un retazo de felicidad a cuestas
siempre,
siempre se quiere volver a casa.



Enrique Diego Gallego (1951).Poeta. Nació en Rosario, provincia de Santa Fe. Es coordinador de talleres literarios y junto al periodista Gary Vila Ortiz conduce el programa radial "La Buhardilla" por LT8 Radio Rosario. Edita la revista de cultura "La Buhardilla de Papel". Por su poemario "Sacudiendo el árbol del patio trasero" obtuvo el Premio "Felipe Aldana" que otorga la Municipalidad de su ciudad natal. Es la suya una poesía donde lo que ve el ojo lírico al transitar entre sus iguales queda plasmado sin retórica y sin despliegue metafórico con la fuerza de la hondura de lo plenamente vivenciado.Otros libros de poesías editados: "Poemas escritos en cualquier desierto, a la sombra de una roca y en espera de las lluvias" y "Hablando de muchas personas a la vez".

Alberto Costa

BALANCE

De la misma manera
que nos quedamos detenidos
frente a un espejo
y vemos casi con angustia
que la frente le está ganando
terreno al pelo
con el mismo sentimiento
con que nos frotamos los riñones
después de haber alzado a nuestro hijo
que ya está enorme y no se da cuenta.
De esa misma manera
con la misma fatalidad que reconocemos
nuestro irremediable desgaste
deberíamos detenernos un momento
y balancear exactamente nuestras vivencias.
Cuando veamos que una mano
sostiene un amanecer nuestra familia
o la pureza increíble de aquellas muchacha
y la otra la ausencia de un amigo
o un día de mucho frío que pasamos en una calle.
Cuando veamos que se rompe el equilibrio
por todo lo que nos pusieron de prepo
por todos los atropellos que cometieron
por la vergüenza el odio la tortura
y la muerte de muchos compañeros.
Entonces
de la misma manera
que apuramos al amor porque no llega
de la misma manera
que vemos al tiempo que se nos pasa
deberíamos ver a la historia
que nos cachetea
y nosotros de rodillas
como si nada.


Alberto Costa (1941). Poeta nacido en la provincia de Mendoza. Residió en Buenos Aires y posteriormente en Europa, radicándose en España. Su nombre se inscribe en la llamada Generación del 60. Formó parte del grupo "Barrilete" y colaboró en su revista -de la que integró el consejo de redacción en su última época-, en varios de los suplemento que la misma editó (entre ellos el "Suplemento imprescindible") y en otras publicaciones de poesía. También integró el disco "Buenos Aires vuelta y vuelta" junto a los poetas Margarita Belgrano, Carlos Patiño y Rafael Alberto Vásquez. La suya es una manera de expresar el texto poético de forma coloquial, escapando de toda retórica y sin temor de aprosar su verso. Libros de poesía editados: "Poemas con taquicardia", "Poemas a la marchanta".
.

15.8.07

Federico Moreyra

NOCTURNO DE OCTUBRE

La noche tiene las encías
llena de fuegos como dientes
La noche tiene el paladar con nubes
Con nubes que marchan tras su propio eco
como el hipo de un borracho agonizante
Esta es una noche para sentirse cruel
Para violar el espectro del recuerdo más puro
Para escupir los ojos de la mujer amada
Para vomitar adoquines de maldad
O no
A lo mejor no
A lo mejor esta es una noche para reventar de bueno
y que nos salgan por las orejas dos estrellas
A lo mejor esta es una noche
para darle la mano a los mendigos
Para ladrarle cosas amistosas
a todos los perros solitarios
Para maullarle -Buena suerte-
a todos los gatos atorrantes
A lo mejor esta es una nochebuena de los hombres
Noche para descorrer el cerrojo de los sueños
Para aplastar a la amargura como a una cucaracha
Para tomarse a tragos de luz toda la sombra
Y salir a la calle con un grito
de par en par abierto a la esperanza
De que esta vida estalle y se convierta
en un desahogo verde y oloroso
Como cuando en la ciudad nos sucede una plaza
por donde el aire sale a borbotones.



Federico Moreyra (1945-circa 1990). Poeta y escritor nacido en Buenos Aires, Capital y fallecido en la provincia de Buenos Aires. Participó del taller literario del grupo "Roberto Arlt" del oeste bonaerense. Durante la dictadura militar debió exiliarse, haciéndolo en Francia, de donde regresó en 1983.Entre sus obras en prosa figuran las novelas "Los reos" y "La fiesta inmóvil". "´La poesía es una manera de vivir´ decía Tristán Tzara, pero hay quien la soporta y quien no; Federico Moreyra describió su desolado y pulsativo mundo ciudadano con letra amarga y, quizás, con el angustiado privilegio de quienes no ignoran que van a nombrar aquello destinado a perecer", dijo de su escritura Juan Alberto Núñez. Libros de poemas: "Funeral verde" y "Rastros".

9.8.07

Juan Manuel Alfaro

LA POESÍA DA QUE HABLAR

a Dolores Etchecopar

Afortunadamente,
tras el tope del siglo,
aún la poesía da que hablar.
Ha aprendido a no insolarse con las computadoras,
a procurarse sudarios en las mesas de saldos
y a pasar por un fax su indemne panadero.

Ciudadana ya del siglo veintiuno
monta en pelo este hiato
y se sacude las póstumas pelambres
para lucir las futuras inseminaciones azules.

Llagas más, llagas menos,
sabe que no es ajena a la multitud
y hace cola, como cualquier hijo de vecino,
frente a la ventanilla
donde el viento
extiende a cada uno
su certificado de fantasma.

Y por más que algunas veces
descuelgue algún antiguo ángel de perchero
y escamotee,
con pudor,
una bolsita de lavanda,
no se deja imponer, ya, dietas de crepúsculos
y anda a la intemperie de la historia
a calzón y a cielos y a lenguaje quitados.

La poesía da que hablar
y allá en lo alto,
en la colina milenaria,
aviva un fuego en guardia
para que el hombre
pueda sortear los precipicios sucesivos
y reconocer sus propios pasos
en los remansos del misterio.



Juan Manuel Alfaro (1955). Poeta y narrador nacido en Nogoyá, provincia de Entre Ríos. Profesor de literatura, fue compilador y prologuista de la obra del poeta lírico entrerriano Carlos Alberto Álvarez. Tiene en su haber el Primer Premio "Rosalina Fernández de Peirotén" de la Asociación Santafesina de Escritores (años 1979 y 1981), el Primer Premio "Orlando Travi" de la Fundación Argentina para la Poesía (Bs. As.1985), por su libro libro de cuentos "La dama del unicornio" el Premio "Fray Mocho" (1988) y por su poemario "Plena palabra" también el "Fray Mocho", en poesía (2002), entre otros galardones no menos importantes. Luis Alberto Ruiz dijo: "Con Juan Manuel Alfaro adviene en Entre Ríos un verdadero nuevo modo verbal de expresar el flotante y secreto contenido del mundo y del ser. [...] Su poesía será siempre distinguible por su personalidad metaforizante incomún". Otros libros de poemas: "Cauce", "La luz viva", "El cielo firme", "La piedra azul".

7.8.07

Jorge Boccanera

MONÓLOGO DEL NECIO

¿Quién escribe? El hambre. La voracidad escarba,
agita un esperpento con los ojos vacíos. No hay letra,
hay dentellada. Lo que repuja y muerde.
Feroz el escribir: cada tecla un muñón, clavo
que raya el muslo del silencio.
¿Quién responde? Una voz corroída. Punta
de un corazón mellado que va sobre su presa
respirando preguntas.

Eso se come. Gula del vacío.



Jorge Boccanera (1952). Poeta, ensayista, escritor y periodista nacido en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Vivió en Centroamérica y en México –donde estuvo exiliado-; reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Obtuvo el Premio Casa de las Américas, de Cuba (1976), y el Premio Nacional de Poesía Joven de México (1977). Su poesía fue traducida al inglés, italiano, checo, japonés, húngaro, sueco, holandés, francés y portugués. Acerca de sus poemarios "Polvo para morder" y "Sordomuda", dijo Francisco Rodríguez: "La preocupación por un ars poetica es evidente en estos poemarios, aunque el texto que se propone una exploración específica del fenómeno de la producción textual es el segundo de ellos. Consideramos que este último […] sintetiza las indagaciones sobre poética del autor.[…] La poesía aparece atravesada por un código de la imposibilidad, en tanto trasluce las dificultades de intentar asir vivencialmente el fenómeno poético. Escribir, en este sentido, es un acto de incertidumbre ante la ignorancia del fenómeno poético, el cual se entiende como misterio viviente con el que convive el escritor.".Otros de sus libros de poesías editados: "Contraseña", "Los espantapájaros suicidas", "Marimba".

Nicandro Pereyra

COPLAS CON UCUMAR

Me pongo a cantar y canto
leyendas del ucumar
con siestas y resolanas,
con caña y cañaveral.

Cantaré para que canten
muchachos de Famaillá,
para que nunca se olviden,
leyendas del familiar.

Para esta víbora verde
que me roe el esqueleto,
para esta víbora, hermano,
le guardo cuatro secretos.

Guardo un secreto por Juan
y dos por mi hermano Pedro
y un último por Miguel
que muere sin pan ni techo.

Se adorna con perla fina
la chancha de Clodomiro,
con la niebla azucarera,
con alcoholes matutinos.

Un perro negro me sigue
por caña y cañaveral,
un perro que ladra y muerde,
un perro que es capataz.

Un perro negro me sigue
por caña y cañaveral,
un perro que no se harta,
que me pide más y más.

Un perro negro me sigue
por caña y cañaveral.
Ay perro que no me agarren
las ganas de acuchillar.


Nicandro Pereyra (1911-2001). Poeta y escritor nacido en la provincia de Santiago del Estero y fallecido en Buenos Aires, Capital Federal. Residió en Tucumán desde 1919 hasta 1946. Estudiante regular de abogacía y estudiante libre de letras en la Universidad Nacional de Tucumán. Contador público nacional, se doctoró en ciencias económicas en 1969. Integró el grupo La Carpa de escritores y artistas del noroeste en la década del 40. Fue delegado de la SADE filial Tucumán y miembro de la comisión directiva de la misma institución en la sede central de Buenos Aires (1973-1975). Dijo José Ignacio García Hamilton: "Acaso se están cumpliendo ya la profecía y el augurio que vislumbró el santafesino José Pedroni [...] para presuntuoso regocijo de su noble destinatario: 'Este Nicandro Pereyra/ flauta del cañaveral,/ que al río tiró el puñal/ para no ser un Moreyra,/ también perderá el Pereyra,/ cuando venga el viento y barra/ lo que es basura de parra:/ apellidos, leyes, penas./ Se llamará Juan apenas/ y viajará con guitarra.'". Autor de: "Poemas simples", "Coplas del cañaveral", "Esther judía", "Apuntes con rocío de Buenos Aires" y "Madrigal azucena", entre otros libros de poesías.

5.8.07

Rubén Cáccamo

HOMENAJE GENERAL(a Ernesto Guevara compañero mayor
a Luis Cáceres compañero
la piedra y el jueves de César Vallejo poeta y maestro)
Un día hermoso
domingo por casualidad
octubre por almanaque
encontré la piedra que buscaba
la melancolía amortajaba una flor
el trabajo alumbraba la mañana

encontré un cerro boliviano manchado de sangre
muy cerca de Perú muy cerca de tu jueves
demasiado cerca de un domingo fatigado
patria asma muerte lucha venceremos
un grito que no alcanzamos

encontré un buen día transpirado
esperando la luz mayor.

Un día trágico
Bolivia por necesidad
domingo por los carajos
encontré el ejemplo necesario
y desde entonces
la lucha américa para acá
como entonces continúa.

Latinoamérica
desde esta declaración de sangre
nuestro camino no tiene manos
Latinoamérica tiene hombres
tiene ejemplo.


Rubén Cáccamo (1943-2012). Poeta y periodista nacido en Buenos Aires, Capital Federal. Colaboró en publicaciones culturales y en el diario "Clarín". Fue jefe de redacción en los últimos números de la revista "Barrilete", e integró el consejo de redacción de "Uno por Uno"; también fue colaborador de "Ensayo Cultural" de Buenos Aires y de "Jornada Poética" de Perú. Intervino en las obras conjuntas "Suplemento imprescindible", "16 poemas breves" y "Poesía más poesía", entre otras. Preocupado por los asuntos latinoamericanos, tanto políticos como de identidad -al igual que la mayoría de sus pares generacionales-, su verso está consustanciado con la rebeldía y la liberación. Su producción poética permanece dispersa entre las varias publicaciones donde colaboró, no registrando hasta el presente ningún título de poesía editado.

1.8.07

Julio Leite

CÓMO HACER UN PAN

Muela los huesos
hasta lograr
la buena harina,
use la levadura
de su rabia,
amase
sobre madera de amigos,
con abrazo amase
hasta el cansancio,
después haga fuego
con ramitas de "ganamos"
y en el horno del corazón
que presten sus hermanos
cocine esa esperanza
a repartir.


Julio Leite (1957) Poeta. Nació en Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Participó en encuentros de poetas latinoamericanos y sus obras han sido editadas en Chile y en España. Obtuvo entre otros galardones el Primer Premio de Poesía Centenario de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, y el Diploma de Honor Comuna de Puerto Porvenir de la República de Chile. El Consejo Deliberante de su ciudad natal declaró su obra de interés municipal. Voz personalísima y colorida que aporta nuevos aires a la siempre tan difícil poesía de contenido social cuando se trata de sustraerla de los viejos esquemas. Algunos de sus poemarios: "Primeros Fuegos", "Edad Sol", "De límites y militancias" y "Aceite humano. Poemas para restañar heridas".

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