Isidoro Blaisten

REVOLUCIÓN

En una tenue brisa de esqueletos a cuerda
con una impertinencia de marqués fastidiado
llovió toda la noche como un solo zapato.

Erraba una sonata en busca de algún piano
algún muerto soñaba ser barquero en el Volga
y contaba las horas el barco en la botella.

De pronto los porteros,
descendieron el lado de occidente,
un grupo de ascensores encarceló escribanos,
un toro ensangrentado enloqueció abanicos,
un busto de Beethoven le pegó a la Gioconda
y bajo la luz neutral de los faroles,
la jalea real sintió un poco de miedo
y un gallo se olvidó la aristocracia.

Llovió toda la noche. Un viejo jubilado
cruzó por el combate con un umbral al hombro
y libertando un inglés de institutrices
huían señoritas de coches al instante
abrazadas a perros pomerania.

Llovió toda la noche.
En un auto una vaca lloraba al millonario,
la calle se cubría de narices al cielo
las cartas se volvían telegramas
los sauces se aburrían de las rosas
llegó el sol con el alba
un alba en delantal
un sol desmelenado
y hubo paz en la tierra.


Isidoro Blaisten (1933-2004) Poeta, cuentista, novelista, ensayista y periodista. Aunque nacido en Concordia, provincia de Entre Ríos, fue porteño por adopción. Trabajó como publicitario, fotógrafo y librero. Dirigió talleres de escritura. Fue colaborador permanente de los diarios "La Nación" y "Clarín" de Buenos Aires. Era miembro de número de la Academia Argentina de Letras, y entres las muchas distinciones que obtuvo se cuentan el Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires y el Premio Trayectoria Artística en Letras del Fondo Nacional de las Artes en 2001.Si bien es vastamente conocido como consumado cuentista –libros como "Cerrado por melancolía", "Dublín al sur" y "Carroza y reina" entre otros, lo confirman- no es menos importante su labor como poeta aunque no haya dejado más que un poemario. "Lo que tiene que decir Blaisten y dice no es titubeo. Es bien firme. Por eso, se nos incorpora sin reticencias, seguro, en lugar ya importante en la zona de los poetas auténticos", fue el saludo que le dio en 1965 Mario Jorge de Lellis. Libro de poesía: "Sucedió en la lluvia".