7.10.08

Juan Jacobo Bajarlía

BRINDIS

a Primavera y Gabriel Eduardo
en esta mesa del bar, bajo el bullicio, cuando la luna arroja los signos de seres cósmicos diluidos en la asepsia

Brindo por los que se jugaron a cara o cruz
y hallaron el abismo,
por los hombres y mujeres que se fueron al amanecer
y reinventaron sus vientres en las ciénagas,
por los inextinguibles vendedores de sueños.
Brindo por los que murieron en Hiroshima
y se convirtieron en pieles voladoras,
por las manos que dieron la señal del vacío
y vieron al monstruo en Dallas,
en Memphis o en Buenos Aires.

Brindo por los que lloran,
por los que perdieron sus ojos,
por los que extraviaron su voz en las tinieblas
y desaparecieron en Vietnam,
en Biafra o en Nigeria,
por el Sermón de la Montaña
y la justicia en el gesto,
por Lautréamont que odiaba los gemidos,
por Saint-Pol-Roux, quien al acostarse
ponía un cartel en su puerta
que decía: El poeta trabaja.

Brindo por el Poverello de Asís
que festejaba al hermano lobo.
Algo se detiene en mis ojos.


Brindo por los que se perdieron en la luz
y no hallaron las palabras.

Brindo por mis hijos
que un día se sentarán en esta mesa repetida
para devorar sus lágrimas
y por los hijos de mis hijos
que vivirán en una galaxia lejana,
intoxicados de espacio.

Brindo por los tristes
que arañan las entrañas del planeta
y cavan las raíces del hombre,
por Neferkeptáh que fue disuelto en el aire,
y por Gilgamesh que perdió la inmortalidad.

Algo se detiene en mis ojos

donde veo el hambre,
la noche que se oxida
y el sexo que se pudre en las probetas.

Algo se detiene
cuando los que tienen sed reciben un lanzazo
y los átomos gangrenan los planetas.

Algo se detiene
y brindo por Lucifer,
ya viejo y derrotado,
por los hambrientos que vendieron el alma,
por los ojos de los muertos
que transitan en los ataúdes,
por todos los que habitan en mi sangre
y crecen en mis ojos.


Juan Jacobo Bajarlía (1914-2005). Poeta, escritor, ensayista, dramaturgo y periodista nacido en Buenos Aires, donde falleció. Uno de los impulsores de la vanguardia poética en la Argentina. Dirigió la revista "Contemporánea" y fue colaborador de "Cultura y nación", suplemento literario del diario "Clarín" en la década de los 80, de la "Gaceta de Tucumán" y de "La Prensa". Faja de Honor de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) llegó a ocupar la vicepresidencia en uno de sus períodos. Junto a Edgard Bayley y Gyula Kosice, entre otros, formó parte del Movimiento de Arte Concreto-Invención. Supo usar el seudónimo de John J. Batharly cuando publicó novelas de género policial ("El endemoniado Sr. Rosetti" e "Historia de monstruos", entre otras)."Era en poesía un fino extremista, un fundamentalista", anota un comentarista y crítico de su obra. Algunos de sus poemarios: "Estereopoemas", "La Gorgona", "El poeta y el exilio".

Matpec - Hosting, Diseño Web y Multimedia
RelojesWeb para Pisos!
Emoticono Bandera Argentina