31.3.08

Silvia Long-Ohni

YO QUISE SER BANDERA

Yo quise ser bandera y vine hombre
con riñones, urea y fosfatasas,
dos astrágalos fuertes que recorren
la tierra colorada y la miseria,
los bosques de colihue, la esperanza
de volverme bandera en el camino.

Vine siendo pulmones expandidos,
maxilares sedientos, generosos
que muerden las palabras y la rabia
y el dolor de no ondear como yo quiero.

En mi espalda de azúcar las dos alas
más humanas que angélicas, por cierto
con que libero, combato y desacierto,
renuevo la utopía, la excomulgo
y en ella me bendigo nuevamente.

Ya poco más por ser que vine hombre,
un mínimo de tierra que no puede
más que alzar con su voz lo que es bandera:
Con mi pecho de barro poetizo
faro sin luz que en noche oscura insiste.

Yo quise ser bandera y vine hombre
y muero con mis pies todos los días
No me excusa este origen indeseado
de izarme el esqueleto a media asta:
Si acontece la Patria se me impone.
No se aducen razones cuando hay muerte.



Silvia Long-Ohni. Poeta y narradora nacida en Buenos Aires, donde reside. Es licenciada en historia del Arte. Publicó: "El árbol de las flores amarillas", novela, y "Zwerg", una corta prosa fantástica. A propósito de su poesía dice Fernando Sánchez Zinny: "Conjunción fuerte de apasionamiento racionalista y de clasicismo turbulento. Viene de Vallejo y ha pasado por Marechal: con el primero comparte la desesperación, el quebranto, la ignorancia de los matices; con el segundo, lo arquitectónico, la sistematización intelectual, la voluntad de escribir con ‘todo el diccionario’ o, mejor, ‘con todos los diccionarios’". "Acerca", es su primer poemario editado
.

25.3.08

David Álvarez Morgade

PUEBLO QUE SIEMPRE LLORA

Pueblo que siempre llora. Y no mejora.
Y tiene que andar mucho
y poco a poco
ser más ducho
y más loco.
Pueblo que siempre patalea. Y no camina.
Tanto andar de rodillas que gatea.
Protesta pero no se empina.
Grita, pero no pelea.
Pueblo que siempre se burla. Pero lagrimea.
Cómico de su propia comedia. Zancadilla
del que a su mismo tiempo tambalea.
Quiere herir a los otros. Y acuchilla
su propia fe. Que ya ninguno crea.
Tiene que sufrir mucho.
Porque llora, llora, llora.
Pueblo que siempre llora.
Mucho.
Pero no pelea.


David Álvarez Morgade (1922-2002). Poeta y cuentista nacido en la Capital Federal y fallecido en Ingeniero Budge, provincia de Buenos Aires. Colaboró en el diario "La Prensa" y en "Para Ti", revista donde publicó sus cuentos con diversos seudónimos. De bohemia inveterada, perspicaz observador de la ciudad y su gente, "creía en el valor de las palabras y en la libertad, lo cual lo hizo proclive a los desencantos", como anotan sus compiladores en la edición de sus poesías completa (2008): "Sinfonía de arrabal", "Radiante sinfonía", "La cena de los tigres", "Sal y fósforos", "El nómade", "Alguien espera en el andén", "Poemas de la azotea", "Poemas en movimiento", publicadas póstumamente.

24.3.08

Roberto Romeo Di Vita

POEMA

Un socavón de ruinas
atenaza Buenos Aires.

Somos los hijos de la desesperación
los hijos de los hijos que desaparecieron
los hermanos de los secuestrados.

Los padres anónimos
de las simientes que hoy caminan
por las calles.

Será por siempre
y a cada instante
que debamos dar cuenta
de dónde se paró cada uno.

Si le puso alas al asombro
coraza al terror de los terrores
una cascada de hiel
a la indiferencia
una gota de amor a la ternura
una pesada luz de parto
al sendero del Nunca Más.

Hoy estamos parados y maltrechos
con viejas cicatrices
arrugas en los párpados.

Podemos conocernos y tocarnos
en la vuelta global de las heridas
en las diminutas poses cotidianas.

Como largas caravanas de espectros
aquí estamos y estaremos.

Los descendientes de la flor
los militantes de las hojas
los ilusionistas, malabares
equilibristas y titiriteros.

Buenos Aires nos golpea nuevamente,
con otras ruinas y recodos
en el precio de estar vivos
en la razón de la existencia.

Mordiéndonos los miedos
para tratar de matar la angustia,
uniendo las ganas y la bronca.


Roberto Romeo Di Vita (1947). Poeta, escritor y periodista. Nació en la Capital Federal, reside en la localidad de San Martín, provincia de Buenos Aires. Es coordinador de talleres literarios. Como prosista ha publicado el volumen de cuentos: "Once y uno" y como novelista: "La pasajera de la ciudad", entre otras obras de ficción. Poeta de verso sin alambicamiento, de fluir constante, que escapa de la metáfora efectista, sólo atento a lo que desea manifestar. "Áspero quiero que mi verso sea",
es su primer poemario editado.

16.3.08

Ricardo Rubio

LAS GORGONAS

Quienes no hayan mirado
hacia las mansas y cálidas vertientes de la idea,
y aún, quienes no ejercieron la decencia
en los escalones más débiles
o en las latitudes en que no se miran las palomas,
y todos aquellos que no gritaron a tiempo
cuando el salto y cuando el grito,
han de morir distinto de nosotros,
pues no tienen derecho a dejar de respirar
ni a sufrir lo suficiente.


Ricardo Rubio (1951). Poeta, narrador, ensayista y dramaturgo nacido en Buenos Aires, donde reside. Es director del grupo literario La Luna Que. Dirigió las revistas "La Luna Que" y "Tuxmil", entre otras, y los ciclos de poesía: Todo recomienza, Marcha poética y Tinta Buenos Aires, entre otros. Desde 1984 coordina talleres literarios. Fue secretario general de la Asociación Americana de Poesía (1999-2002). Ejerce la presidencia de la Sociedad Argentina de Escritores -Filial Oeste-. Ha sido traducido al francés, italiano y ruso. Dice Norberto Barleand: "Su obra refleja una geografía de calidad y belleza, de estudio y conocimiento, creatividad y vuelo. Sin duda es un actor destacado de las letras tanto en la vastedad de su obra como en la fecundidad del trabajo." Se citan entre sus muchos poemarios: "Pie a pie, algunos pasos", "Clave de mí", "Pueblos repentinos", "El color con que atardece" y "Entre líneas de agua".

14.3.08

Alfredo Tapia Gómez

UNA ROJA CICATRIZ EN EL PECHO

En la noche de luna quieta
enclaustrado en la sombra
de la dócil culata
el soldado espera.

Último centinela de las horas
injuriando la pobreza,
acecha el uñazo de la muerte
mientras el soldado espera.

El destacamento duerme.
En las llamas del fogón
palpitan los presagios.
Estaca enferma y solitaria
el soldado espera.

Pobre gajo de pueblo
astillados los huesos de dolor,
quebrado por siglos invasores
el soldado espera.

En el umbral del silencio
un chispazo destruye las sombras
y con el hedor agrio de la pólvora
cumple el plomo su destino
para que ya nunca más
el soldado espere.


Alfredo Tapia Gómez (1929-circa 2000). Poeta y periodista nacido en Buenos Aires, donde falleció. Usó varios seudónimos en distintas oportunidades, entre ellos el de Alfredo T. Bracamonte.Trabajó en el diario "Democracia" y dirigió las revistas literarias "Foro" y "Tiempo y Lugar"; junto al poeta Sánchez Zinny animó la editorial Encuentro. En 1969 compiló una "Antología de la poesía sexual latinoamericana", panorama donde están representados 120 poetas. "Su poesía la resumiría en vitalismo, materialismo, deconstrucción, pesimismo, romanticismo amargo y aliterario, sarcasmo hacia toda tradición...", anotó acerca de sus versos Fernando Sánchez Zinny. No dejó libro de poesías publicado.

10.3.08

Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe

MEDITACIÓN EN LA VILLA

Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos, que parecen tener ocho años, tengan trece:
Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro; yo me puedo ir, ellos no;
Señor, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no;
Señor, perdóname por encender la luz y olvidarme de que ellos no pueden hacerlo;
Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie hace huelga con su hambre;
Señor, perdóname por decirles “no sólo de pan vive el hombre”, y no luchar con todo para que rescaten su pan;

Señor, yo quiero quererlos por ellos y no por mí. Ayúdame.
Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.
Señor, quiero estar con ellos a la hora de su luz. Ayúdame.


Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe [Conocido como Padre Mugica] (1930-1974). Poeta y sacerdote nacido en Buenos Aires. Ordenado sacerdote en 1959, profundizó su compromiso social adhiriendo a los más humildes. Levantó la capilla Cristo Obrero en la villa de Retiro. Participó activamente del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. En 1974 se grabó y editó el disco: "Misa para el Tercer Mundo", (intérpretes: Grupo Vocal Argentino, música: Roberto Lar, textos: Carlos Mugica), que fue destruido por orden ministerial. El libro "Peronismo y cristianismo" (1973), reúne una serie de sus trabajos. Fue asesinado después de celebrar la habitual misa vespertina de los sábados en la parroquia de San Francisco Solano. Dice Haydée Breslav: "Más allá del conmovido testimonio de fe religiosa, le cabe a Mugica el mérito de ejercitar la otredad, y de hacerlo sencilla y entrañablemente, asumiendo como propio un sufrimiento del que estaba exento por clase y posición social, como él mismo reconoce, denunciando sin énfasis ni eufemismos las miserias existentes". No dejó libro de poesías editado.

Luis Natalio Elenzvaig

NACER PLURAL

Es preciso morir cero
para nacer uno

es preciso morir dos
para nacer uno

es preciso morir el infinito
para nacer uno

es preciso morir uno
para nacer plural


Luis Natalio Elenzvaig (circa 1937-¿1977?) Poeta nacido en Buenos Aires. Abogado de profesión, no frecuentaba los ambientes literarios, en donde su nombre permanece desconocido. Fue militante del Partido Comunista Revolucionario, y desplegó una importante tarea de acompañamiento y apoyo en la lucha por la dignidad de los habitantes de villas de emergencia de la Capital Federal. Fue secuestrado el 19 de mayo de 1977. "Su poesía, que refleja vitalidad y compromiso, esgrime un lenguaje espontáneo y fogoso para exponer ideas y fustigar injusticias. Esa impetuosidad se atenúa y enriquece con profundas metáforas cuando se refiere a las esperanzas en un futuro que entonces se vislumbraba posible y no tan lejano", apunta sobre su obra Haydée Breslav. Su único libro de poemas: "Cuando seas grande".

6.3.08

Patricio Torne

*
En esos días, ni el uno ni el otro pensaban en otra cosa: hasta dónde alcanzaría tanto amor para salvarlos, y en medio de aquella oscuridad calándoles el alma, deseaban que si había un último suspiro, fuera éste como un rayo de luz, directo al corazón de aquel que tanto amaban.

A escasos metros de distancia, tanto un cuerpo como el otro se ovillaban dolorosos, separados por tabiques, por los gritos, los insultos, el cuerpo ensangrentado de sus pares, el rancio olor de los despojos, y el miedo cobijado en la esperanza de saber, que tanto el uno como el otro, tenían lo que quedaba del amor como única bandera de aquella circunstancia.

Nadie supo a ciencia cierta cuantos días transcurrieron desde que ellos llegaron. Pero todos los testigos relatan con implacable precisión el alto grado de tamaña entereza. Salvo los asesinos, nadie supo cuál era el compromiso que en la causa tenían, tanto el uno como el otro.

Los sobrevivientes identifican a ellos con nombres y apellidos, pelos y señales, grado de dolor y hasta el último gesto con que se fueron apagando, tanto el uno como el otro. Nada más. Nada más.

Ellos murieron sin decir una palabra que viniese a delatarlos. Ambos pensaron que el silencio poderoso del amor era la causa. Creyeron que el mutismo de uno salvaría al otro. Creyeron en el último suspiro como un rayo de luz, mucho más que en las consignas.

En lo más íntimo de cada uno supieron que la traición siempre está al acecho.

Nadie supo. Nadie sabe que todo aquello que vino a ser nombrado como ejemplo en la conducta militante, no fue otra cosa. Solo un acto pasional, tanto del uno como del otro, confundiendo, inevitablemente, la revolución con el amor.


Patricio Torne (1956). Poeta y periodista. Nació en Helvecia, provincia de Santa Fe; reside en Villa Mercedes, provincia de San Luis. Dedicado a las actividades culturales, cooperativas y sociales, trabaja en la Facultad de Ciencias Económico-sociales de la UNSL. Activo militante político en los 70, fue detenido y encarcelado en 1975 y liberado en 1982. Ejerce la dirección radial universitaria y coordina talleres de escritura. Colabora en publicaciones de su país y de Chile, Brasil, México, Uruguay y España. Dice Silvia Rodríguez Paz: "Lo identitario, el lugar de origen, los afectos primarios conviven, en su poesía, con el espacio mayor y los compromisos a los que arriba, ineludiblemente, por inteligencia, sensibilidad, mirada social y solidaria, preceptos políticos; por pura militancia. Todo es puesto en versos que son tan libres como el significante al que refieren. Su poesía es tan política como amatoria, tan íntima como colectiva, tan comarcana como universal; tan atemporal como añosa y vanguardista".Se citan entre sus obras: "Órbita de endriago", "Helvecia y otros tópicos", "Donde muere la lógica", "Anacrónica".

4.3.08

José Emilio Tallarico

FULBITO Y CUMPLE

Los cartoneros juegan su picado nocturno en la plaza
(véanse los changuitos puestos de a pares, como postes).
Gritan, se agitan, resuena en la pelota
el seco reventón de un zapatazo.
Parece que hubo un gol, pero no: canturrean
"que los cumplas feliz, que los cumplas...".
-Ahí nomás sacan el tetra -decís,
y ves que empiezan a abrazarse.
Reunidos, vociferando en un rincón de la canchita:
sus risas son como arabescos en la noche.


José Emilio Tallarico (1950). Poeta e investigador de la poesía argentina. Nació en Buenos Aires, donde reside. Se recibió de médico en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Plata. "Desde sus primeros poemarios [...] y de modo creciente, la profundización e irradiación del verso sugieren o ya evidencian el correlato de un equilibrio que va más allá y más acá del trabajo paciente que implica toda obra poética", escribió sobre él Eduardo Dalter. "Huésped y testigo", "Ese espacio que tiembla", "El arreo y la fuga" y "En consecuencia" son algunos de sus libros de poesías editados.


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